Catalunya / España

Crean un protocolo para casos de maltrato escolar por parte de los educadores

El Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias y el de Enseñanza preparan un nuevo protocolo para casos de maltrato infantil y adolescente en el contexto educativo que incluya mecanismos de detección y actuación en caso de maltrato por parte de los propios educadores.
“Los protocolos existentes estaban pensados para que los profesores detectaran abusos en la familia, en la calle o entre niños, pero nunca se había considerado la posibilidad de que los educadores se convirtieran en maltratadores”, ha explicado hoy la consellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Dolors Bassa, en su comparecencia en la comisión de Enseñanza, donde ha explicado cómo se coordinan ambos departamentos ante situaciones de acoso escolar.
El nuevo protocolo surgirá de una revisión del aprobado en 2012 de detección, notificación, derivación y coordinación de las situaciones de maltrato infantil y adolescente en el ámbito educativo y de su reforma de 2014, por lo que éste quedará anulado, mientras que el documento técnico estará terminado el 29 de abril, cuando se someterá a votación del gobierno para ser aprobado.
“No nos haremos responsables de los casos que ocurrieron en los años 70 y 80 y que ya están prescritos”, ha afirmado Bassa refiriéndose a los abusos sexuales en el colegio Maristes, y ha señalado que “no se puede criminalizar a todos los docentes de Cataluña porque hayan aparecido algunos casos aislados”.
Por otro lado, Bassa también ha anunciado la creación de un comité interdepartamental, que ha sido aprobado esta mañana por el Govern, que llevará a cabo un seguimiento de los protocolos existentes en materia de acoso escolar y de protección a la infancia y adolescencia en general.
El comité, que estará formado por los secretarios generales de los departamentos de Interior, Educación, Salud, Justicia y Trabajo, Asuntos Sociales y Familias y estará presidido por el secretario general de la Presidencia, se reunirá trimestralmente para revisar los protocolos vigentes, detectar nuevas situaciones y proponer reformas para abordarlas.
Bassa ha calificado de “preocupante” la percepción de una disminución significativa de la comunicación por parte de los niños y jóvenes que sufren algún tipo de maltrato a los adultos, frente a un aumento de comunicación entre iguales, es decir, a sus compañeros.
“Los jóvenes no explican su situación a los padres, al profesorado ni a su entorno adulto”, ha afirmado la consellera, que ha apuntado que “es una actitud que hay que cambiar porque implica que los niños no quieren ayuda de aquellas personas que podrían entender mejor la gravedad y dificultad de la situación”.
Bassa ha considerado a los centros educativos como “una institución clave en la detección y prevención de posibles situaciones de riesgo porque es el sitio donde los niños pasan más tiempo fuera de la familia”, a la vez que ha destacado el papel de los docentes, quienes “además de enseñar contenidos, tienen la función de observar el desarrollo psicosocial de cada alumno y detectar sus necesidades”.
“El objetivo es que ningún alumno sufra acoso en la escuela, y para conseguirlo se requiere el esfuerzo de todos, tanto familias, docentes, alumnado como la propia administración y el entorno social”, ha concluido Bassa.

To Top