De cometer una infracción de tráfico a ser imputado por un delito. La Policía Municipal abrió diligencias penales a un conductor que multiplicó por cuatro la tasa máxima de alcoholemia permitida en la conducción. Lo cazaron unos agentes en la madrugada del lunes en la calle del Doctor Ferran, en el barrio de Sant Pere Nord.
El azar quiso que una dotación de la Policía Municipal patrullase por esa calle, y ese tramo, justo cuando el vehículo cometía la infracción, a las 2.25 horas.
Los guardias lo vieron, lo interceptaron y pidieron la documentación al conductor. No hizo falta mucho tiempo ni mucho intercambio de palabras para ver que el hombre estaba bajo los efectos del alcohol. Tuvo que soplar, primero en el alcoholímetro de orientación, y en esa primera prueba la tasa fue de 1,20 miligramos, casi cinco veces el límite.
Trasladado a la Jefatura, sopló en el aparato de precisión, y en los dos tests dio resultados de 1,15 y 1,09 miligramos. El individuo quedó imputado por un delito contra la seguridad del tráfico y su coche lo llevó una grúa de Egarvia a su depósito.