Su exaltación violenta fue extrema y llegó a agarrar del cuello a una de las chicas mientras colmaba el prostíbulo de alaridos para amedrentar a las mujeres. Asaltó la casa de alterne, ubicada en el Torrent d’en Pere Parres, una vez, y luego otra, con poco más de un mes de diferencia. Y justo un mes después los Mossos d’Esquadra detuvieron al presunto atracador por los dos robos violentos cometidos en el mismo burdel. Ha trascendido que, al menos, dos de las víctimas resultaron heridas.
El 24 de enero fue perpetrado el primer atraco. Un tipo que se quería hacer pasar por cliente franqueó la puerta del burdel, situado en una casa del Torrent d’en Pere Parres que pasa inadvertida, al menos de fachada, para los transeúntes. Nada hace suponer a los no informados que las ocupantes del inmueble se dedican a lo que se dedican. Pero seguramente el asaltante sí lo sabía, y aquella noche se dio a la violencia extrema una vez entró, con la finalidad de obtener dinero u objetos de valor. Según la información que se conoce, las víctimas aseguraron que el atracador se mostró “muy agresivo” tanto en lo físico como en lo verbal.
Los Mossos d’Esquadra fueron avisados del asalto y la unidad de investigación del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa comenzó las pesquisas. La descripción facilitada por testigos abrió alguna rendija en los primeros tanteos de las indagaciones, pero fue un segundo atraco, en el mismo sitio y cometido por el mismo sujeto, el que propició que la investigación diese pasos más firmes.
Si hubo violencia desmandada en el primer atraco, la exhibida por el delincuente en el segundo no se quedó atrás. Ocurrió ese segundo robo el 26 de febrero. El malhechor llamó al timbre y una de las meretrices entreabrió la puerta. Al parecer, el asaltante asestó un empujón para irrumpir en la casa, sin dar tiempo a que le cerrasen la puerta en las narices.
Portaba un cuchillo con el que amenazó a gritos a cuatro chicas, a las que golpeó en la cara y otras partes del cuerpo. De nuevo el pánico, los chillidos, los empellones. El delincuente huyó con un botín de teléfonos móviles, dinero y un ordenador portátil.
Coincidencia
La descripción del autor del segundo atraco coincidía con la del primer asaltante. Y las imágenes de vídeos de seguridad analizadas por los mossos conducían a la misma conclusión.
El 26 de marzo, transcurrido un mes del segundo robo, el sospechoso fue detenido. Tiene 39 años, es de origen senegalés y vecino de Terrassa, tenía otro antecedente policial y ha ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial, acusado de dos delitos de robo con violencia e intimidación.