El boxeo terrassense hace 35 años que no dispone de un campeón de España. El último fue el mítico Francisco León, quien en noviembre de 1981 hizo su última defensa del título superligero. El pugilismo local, referencia en España en muchos momentos de su historia, puede añadir esta noche, en Ripollet, otro nombre a su lista de ilustres. Mustafá Chadlioui, cuatro veces campeón de España en categoría amateur, se medirá a Emmanuel Feuzeu en un combate a la distancia de diez asaltos para dirimir quién ocupará el trono, ahora vacío, del peso semipesado. La velada, con seis combates en categoría amateur, se celebará a partir de las nueve de la noche en el pabellón Joan Creus. Feuzeu, campeón del mundo latino, reside en Palamós y tiene como entrenador al terrassense José García, por lo que de forma habitual realiza su preparación en la ciudad.
¿Me equivoco si el combate de esta noche es el más importante de su carrera comno boxeador?
Es una cita muy importante porque entiendo que en caso de ganar nos puede abrir muchas puertas. Pero espero que tenga combates más importantes en el futuro.
Ha tardado mucho en llegar este campeonato, al que usted aspiraba desde hace tiempo.
La verdad es que sí. Debería haber llegado en 2013, cuando me enfrenté a Ibrahim López en Elche y le gané. Antes había hecho con él un nulo en Tenerife, que debería haber ganado, y pactamos la revancha después aunque con la condición de que fuese con el título del peso Crucero en juego. Pero pusieron muchos inconvenientes, dijeron que con cuatro combates no podía disputar el campeonato y no puso en juego la corona. Le gané a diez asaltos.
Dice que ganar el Campeonato de España le abriría muchas puertas. Dígame cuales.
Nos situaría en una posición adecuada para aspirar al título europeo. El actual campeón ha sido suspendido por dopaje y el trono está vacante. Hay un aspirante nombrado y falta otro. Espero ser yo si gano el campeonato.
No lo ha tenido usted fácil en el campo profesional. Muchos adversarios de nivel han evitado medirse a usted.
Es cierto. Y tampoco hemos tenido demasiada fortuna al firmar con algunos promotores que nos prometieron mucho y con los que no hemos conseguido nada. Sólo llevo nueve peleas en el campo profesional cuando debería llevar veinte. Le digo a mis amigos, en broma, que soy como un campeón del Mundo que hace un combate al año. Ahora hay rivales que me esquivan, antes era distinto porque necesitaba combates y no llegaban. Por ejemplo, cuando fui a Inglaterra a pelear contra Travis Dickinson yo era un don nadie. Me llevaron de paquete para hacer de sparring y fue al revés, le gané por KO. Allí vieron que Musta no es un cualquiera sino que está hecho para cosas grandes.
Hacer una carrera en España hoy en día es complicado.
Muchísimo. Yo no vivo del boxeo. Trabajo como guardia de seguridad con jornadas de doce horas y saco tiempo de donde puedo porque veo que estoy a las puertas de hacer algo importante.
¿Eso se explica a través de la crisis del boxeo en España?
Ahora está mejorando la situación. La gente está más pendiente, hay mayor atención. Y muchas personas vienen a los gimnasios para hacer deporte. Pero este es un mundo duro, debes llevarlo en la sangre porque no es fácil.
Sólo bajo ese planteamiento entiendo que me hable del combate como una oportunidad de futuro. Lo digo porque usted tiene 32 años y a esa edad profesionales de otros deportes casi piensan retirarse.
Eso depende de la carrera de cada uno. Yo no he recibido muchos golpes, me cuido mucho y me siento como si tuviese 20 años. Estoy en mi mejor momento físico. En el boxeo puedes llegar a los 40 años si te has cuidado. Hay muchos ejemplos de campeones del Mundo a esas edad.
¿Qué significa para usted el boxeo?
A mí me ha enseñado muchas cosas: disciplina, respeto, valores, sacrificio, he cuidado de mi persona y mi físico. A quien le gusta pelear el boxeo le da una salida. Además de un deporte es una forma de vida. Tú ves a dos boxeadores en el ring que se quieren matar y al final se dan un abrazo y se marchan a cenar juntos. Con casi todos los que he peleado mantengo un buen contacto. Mucha gente ve en nuestro deporte violencia o sangre, pero no ven el esfuerzo, la preparación del deportista. Cuando acaba un combate acaba todo, sin nada contra el rival.
¿Cuánto tiempo lleva preparando el combate?
En realidad un año, aunque por el camino ha habido muchos cambios. Desde que sabemos la fecha concreta un mes. Por eso la preparación ha sido un poco loca, condicionada por esos problemas.
¿En qué estado de forma llega?
Hemos hecho bien los deberes. Estoy a punto para desgastar cuero durante diez asaltos. Ha sido un mes muy duro de entreno.
¿Conoce a su rival?
Mucho, porque incluso he sido su sparring. Ahora es distinto, aunque nos conocemos mucho y ganará el que sepa ser más inteligente en el ring. Puede ser un combate que acabe en los primeros asaltos o que llegue hasta el final. Yo no voy a dar tregua, va a haber manos duras.
¿Sabe que hace muchos años que Terrassa no tiene un campeón de España?
Espero serlo yo. Me hubiese hecho mucha ilusión disputar este combate en Terrassa, pero no se ha podido hacer. Espero hacer una defensa del título aquí. Terrassa es una ciudad muy importante en la historia del boxeo.