El mismo día en que la Sindica Isabel Marquès dejaba el cargo, los grupos municipales llegaron ayer a un principio de consenso sobre la dignificación de la figura institucional, una reivindicación que la propia síndica puso sobre la mesa en 2014. Los portavoces, reunidos en junta, coincidieron mayoritariamente en la oportunidad de equiparar la asignación económica que actualmente percibe la defensora del ciudadano a "la de un concejal del equipo de gobierno con dedicación exclusiva, unos 30 mil euros brutos al año", confirmaba ayer el portavoz del ejecutivo, el teniente de alcalde Alfredo Vega.
Dos horas y media duró ayer el debate sobre la modificación del Reglamento de la Sindicatura de Greuges, que a tenor de las aportaciones de los grupos tendrá en breve una versión actualizada. El objetivo es llevar a pleno el nuevo redactado para su posterior exposición pública y abordar inmediatamente la elección del futuro sindico/a de Terrassa.
Los portavoces acordaron la asignación económica que acompañará el cargo, pero discreparon sobre el régimen de dedicación. Sobre la mesa, la propuesta de que la sindicatura deje de ser un cargo honorífico para adoptar un perfil más profesional.
Perfil profesional
Buena parte del debate en junta de portavoces giró en torno a la conveniencia, o no, de que la figura del síndico estuviera abierta a todas las casuísticas: dedicación parcial o exclusiva: cotización a la Seguridad Social, compatibilidad con la actividad profesional o el régimen de jubilación.
Los partidos sí coinciden en la oportunidad de que, siguiendo el modelo de la síndica Isabel Marquès, el ombudsman de Terrassa no se limite a tramitar expedientes por quejas contra la administración pública, si no que complemente esa tarea con una labor pedagógica de difusión de los valores de los derechos humanos. La propuesta, formulada por TeC, fue aceptada por todos los grupos.
También ha quedado pendiente el modelo de elección de los nuevos síndicos. Aquí la discrepancia es manifiesta. Mientras los partidos de la oposición de izquierdas reclaman la participación activa de la ciudadanía en la propuesta y elección del ambudsman, el equipo de gobierno sostiene que la última decisión la debe tener el pleno.
"Si el Síndic de Greuges debe defender los derechos de la ciudadanía ante la administración, parece lógico que los terrassenses tengan la oportunidad de manifestarse", comentaban ayer Xavier Matilla, de TeC, e Isaac Albert, de ERC-MES.
Por su parte, Alfredo Vega mostraba la preferencia del gobierno porque sea "el pleno el que escoja. O el proceso participativo está muy bien reglado, o al final acaban participando sólo unos centenares de personas. Podemos poner muchas energías en un proceso, cuando al final el pleno acaba siendo más representativo de la voluntad popular".
Los grupos han dejado la puerta abierta a que las entidades y las organizaciones populares puedan proponer candidatos, que lo puedan hacer las personas a título individual. Con o sin proceso participativo, no proceso de participación, será la junta de portavoces la que eleve la propuesta al pleno, que votará para que posteriormente sea al alcalde quien nombre al nuevo síndico.
Los portavoces consensuaron ayer la posibilidad de que la Sindicatura de Terrassa adopte un perfil mancomunado, de tal manera que pueda prestar sus servicios también en los municipios pequeños que rodean Terrassa. La propuesta partió del grupo de Ciutadans y fue asumida por el resto de portavoces.
La junta extraordinaria de portavoces se levantó ayer pasadas las 19,30 de la tarde con el compromiso de una segunda sesión de debate para dentro de una semana aproximadamente. El equipo de gobierno se ha comprometido a enviar un borrador de reglamento que incorpore los puntos acordados. La oposición podrá entonces hacer aportaciones o presentar enmiendas que serán debatidas en la próxima reunión.
El ejecutivo municipal da ya por supuesto que será necesario modificar el reglamento. Vega acudió ayer a la junta extraordinaria con la esperanza de que las novedades pudieran abordarse como acuerdo de junta de portavoces y no implicaran una modificación reglamentaria, que lleva aparejada un proceso de exposición pública.
Finalmente habrá reforma como solicitaba la síndica. La incógnita está en si los portavoces serán capaces de cerrar el tema la próxima semana para que el nuevo reglamento se lleve al pleno a final de mes. La intención del ejecutivo es abordar el próximo abril el proceso de elección del nuevo síndico para que éste sea votado en el pleno de mayo.