La formación manresana Gossos llevó el sábado al Centre Cultural su concierto más íntimo, el que más acerca a los seguidores del grupo a la atmósfera de su local de ensayo.
El grupo aprovechó una de las singularidades del auditorio Alfons Vallhonrat, la posibilidad de transformar el escenario en una plataforma circular, para meter a la audiencia en las entrañas de su proceso creativo, interpretando algunas de las canciones más relevantes de su trayectoria. Fue uno de aquellos conciertos que están en los sueños de cualquier fan, con público encima del escenario y otra parte del público situado ante ellos, en forma de gradería, con lo que la distancia era mínima.
Puesta en escena
La batería se situó en medio y el resto de músicos le rodearon, mirándose a las caras, con una puesta en escena muy atractiva que además se vio enriquecida con un favorecedor diseño de luces.
En lo musical, no sólo destacó la elección de relevantes piezas de su repertorio reproducidas en su habitual formato acústico, sino también la colaboración sorpresa del guitarrista Toni Xuclà, una invitación que aparentemente no estaba preparada.
También las trescientas personas que no quisieron perderse esta especial cita tuvieron la oportunidad de incorporarse a la banda para cantar junto a su grupo favorito. Esta invitación, que aprovecharon al menos tres de sus seguidores, dio cuenta de la interactividad de este espectáculo, bautizado como "22" (en referencia a los veintidós años que la formación lleva encima de los escenarios.)
El concierto estuvo organizado por el Cultural y Òmnium Terrassa, como tradicional concierto de Sant Jordi. Ha sido el último de música moderna de la temporada.
