Ester Quintana se ha mostrado segura de haber ganado ya “la batalla moral” en el juicio que se ha iniciado en Barcelona contra dos mossos acusados de reventarle el ojo con una pelota de goma, mientras que paralelamente la cúpula de la policía catalana los ha defendido hoy en un acto oficial.
La sección tercera de la Audiencia de Barcelona juzga desde hoy al subinspector y el escopetero de los Mossos d’Esquadra acusados de disparar la bala de goma que dejó ciega de un ojo a Quintana al término de la manifestación por la huelga general del 14 de noviembre de 2012, en un momento en que no había altercados, según demuestran los vídeos que constan en el sumario.
La Fiscalía pide dos años de prisión para cada uno de los dos agentes, a los que acusa de haber herido a Quintana al disparar una pelota de goma hacia los manifestantes sin ninguna precaución, mientras el Departamento de Interior sigue sin asumir que en la jornada del 14N se usara ese material antidisturbios.
Pese a admitir que Quintana resultó herida debido a una actuación policial, lo que motivó que la Generalitat la indemnizara el año pasado con 260.931 euros, el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha expresado hoy su apoyo a ambos agentes antidisturbios y ha llamado a evitar los juicios mediáticos y las condenas exprés, para no culpar a un inocente.
“La experiencia del ‘caso Wanninkhof’, donde se condenó a una inocente, Dolores Vázquez, es una lección profesional que me acompañará toda la vida”, ha insistido el comisario jefe en su intervención con motivo del acto central del Dia de les Esquadres, que la causalidad ha querido que coincidiera con el inicio del juicio del “caso Quintana”.
Por su parte, Ester Quintana, que tras su lesión abanderó la lucha contra las pelotas de goma que el Parlament acabó prohibiendo en 2014, ha asegurado hoy que afronta el juicio a los agentes acusados de herirla convencida de haber ganado la “batalla moral y de la verdad” incluso antes de poner un pie en la sala de vistas.
Tanto Quintana como su abogada, Laia Serra, han agradecido el apoyo de los numerosos ciudadanos que aportaron las pruebas y testimonios con los que el juez que investigó el caso acabó concluyendo que la manifestante había sido una herida por una pelota de goma e identificando a la unidad policial actuante.
En la primera sesión del juicio, que se prolongará tres semanas, se han debatido las cuestiones previas presentadas por las partes, entre ellas la petición de Quintana de estar presente en la vista de hoy, que el tribunal ha denegado dado que la manifestante debe declarar mañana como testigo.
Además, el tribunal ha visionado hoy una decena de vídeos de la manifestación -procedentes de varios medios, de ciudadanos y de la cámara de vigilancia de una oficina bancaria próxima-, que descartan que en los instantes previos a que Quintana cayera herida, en la confluencia entre el paseo de Gracia y la Gran Via de Barcelona, hubiera altercados o enfrentamientos con la policía.
Las imágenes prueban que, entre el trasiego de manifestantes que se retiraban de la marcha, varios furgones antidisturbios de los mossos d’esquadra irrumpieron a gran velocidad en la confluencia entre esas dos vías, momento en que se escuchan disparos.
La ausencia de incidentes en los instantes en que Quintana recibió el impacto en el ojo es clave para determinar la oportunidad y proporcionalidad de la actuación policial: la Fiscalía señala en su escrito de acusación que los acusados dispararon la pelota de goma “a pesar de que no existía riesgo alguno para su persona, para el resto de integrantes de la unidad, ni para terceros”.
Frente a los dos años de cárcel que la Fiscalía pide para los agentes, la acusación particular ejercida por Quintana reclama nueve años de prisión, al entender que su actuación fue no solo imprudente, sino que asumieron las consecuencias lesivas que podían derivarse de disparar una pelota de goma apuntando hacia los manifestantes.