Seis ciudadanos búlgaros accedieron de forma fraudulenta al sistema nacional de trasplante y consiguieron que se les implantara un riñón, mientras que catorce, entre ellos los trasplantados, lograron recibir tratamiento de diálisis mediante un sistema de altas ficticias a la Seguridad Social.
La Guardia Civil ha detectado un fraude relacionado con ciudadanos procedentes de países del Este, fundamentalmente de Bulgaria, que mediante altas ficticias a la Seguridad Social permitía obtener la tarjeta sanitaria y acceder a diálisis y a la lista de espera para un trasplante renal.
Así, en la operación, denominada Renibus, se han detectado catorce pacientes en la Comunidad de Madrid que de forma fraudulenta se estaban sometiendo a diálisis y seis ya habían sido trasplantados, ocasionando un coste total de más de 1,5 millones de euros, según ha informado la Guardia Civil.
En rueda de prensa, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa, ha calificado la operación de “relevancia a nivel nacional” y ha explicado que comenzó hace un año cuando la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) detectó un número anómalo de trasplantes de riñón en ciudadanos de países del Este.
La investigación “minuciosa y complicada” ha permitido paralizar una práctica de turismo sanitario “lesivo” pada los ciudadanos que viven en España y están dados de alta en la seguridad social y acabar con los que quieren aprovecharse de un sistema de salud “ejemplar”.
Los ciudadanos venían de Bulgaría a España en autobús o avión con altas ficticias de trabajo o bien contratados por falsos empleadores o se daban de alta como autónomos y una vez en el país acudían al centro de salud más cercano porque requerían de forma urgente someterse a hemodiálisis.