Lleva poco más de 8 meses en el cargo y ya ha logrado devolver la paz política a un Consell Comarcal sacudido por el caso Mercurio y por varias demandas judiciales que han dejado el prestigio de la institución bajo mínimos. Periodista de profesión y socialista de militancia, alcalde de Castellar dice está empeñado en recuperar los consensos y situar al Vallès Occidental en la vanguardia del debate político y territorial.
Encontró el Consell Comarcal sacudido por el Caso Mercurio ¿Cual ha sido su estrategia para que recupere el pulso?
Nuestro objetivo de darle la vuelta a la situación está dando ya sus frutos. Políticamente hoy el Consell es un oasis político, en el que el PSC, CiU y ERC trabajamos cómodamente en el gobierno y lo hacemos en sintonía con los grupos de la oposición… acabamos de crear una comisión de transparencia presidida por las CUP. Además, había que decirle a los técnicos que las cosas no se habían hecho bien y que estábamos dispuestos a enmendar la plana. Y así ha sido. Por primera vez la gerencia no está adscrita a ningún partido, porque hemos optado por enpoderar a una técnica de la casa. Han pasado cosas importantes en el Consell, donde hemos eliminado los cargos de confianza y hemos bajado brutalmente las asignaciones a los grupos políticos.
¿En el anterior mandado, por qué nadie tuvo la valentía de rectificar como se ha hecho ahora?
….Seguramente había un liderazgo débil que, junto a la convulsión política que generó el caso Mercurio, provocó una situación de parálisis. Nosotros hemos empezado personándonos en la causa como acusación particular. Con eso estamos diciendo que si han habido actuaciones incorrectas que perjudiquen al Consell, pediremos responsabilidades. También ofrecemos toda nuestra colaboración para que se haga limpieza.
No parece casual el perfil bajo de los últimos presidentes. ¿Tiene usted las manos libres para afrontar la nueva etapa?
Esta fue una de mis condiciones a la hora de asumir la presidencia. Pedí libertad y si recibo presiones dejaré el cargo. Lo dejé muy claro. Difícilmente se encontrará una institución gobernada por el PSC que se persone como acusación particular en una causa abierta contra la cúpula del mismo partido. Aquí lo hemos hecho y eso demuestra la voluntad de iniciar una nueva etapa, imprescindible para devolver la confianza en la institución.
Ha dicho que quiere que el Consell Comarcal esté en la agenda política y esta semana se ha reactivado el debate sobre el futuro del IV Cinturó. ¿Qué papel jugará el Consell Comarcal en un tema en el que Terrasa y Sabadell discrepan?
Ya hemos ofrecido a la consellería de Territori un encuentro de Terassa, Sabadell, Matadepera y Castellar, los municipios afectados, para llegar a un acuerdo sobre el trazado. Si hay que poner en crisis el acuerdo anterior entre Terrassa y Sabadell se hace, lo importante es ponernos a trabajar para sellar un nuevo pacto. Es imprescindible que definamos la llegada del IV Cinturó a Sabadell y a la carretera de Castellar, la B-124.
Habla como alcalde de Castellar…
También es la posición de Matadepera y de Terrassa…
Pero no de Sabadell.
Es cierto pero insisto, tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo y de hacerlo este mismo año. La idea es que cuando finalicen las obras entre Abrera y Terrassa empiece el tramo entre Terrassa y Sabadell. Sería una irresponsabilidad que por falta de acuerdo en el territorio el proyecto se acabe paralizando de nuevo, porque al final perdemos potencial, competitividad y actividad económica. Yo creo que no tiene sentido que esta infraestructura llegue a Terrassa y no continúe hasta Sabadell. Y esa ciudad es la principal interesada, para descolapsar su Gran Via.
No menciona la continuidad hacia Granollers. ¿La descarta?
Este es el tema más caliente. Ahora hablo desde mi condición de socialista y creo que la infraestructura debe tener continuidad hasta Granollers, buscando el mejor trazado y trabajando el consenso. Y además necesitamos el IV cinturón ferroviario, porque no tiene sentido que no se haya hecho la conexión entre la R4 y la R8 que permitirá conectar Terrassa, Sabadell y Granollers. Esta obra, que está incluida en el Pla Director d’Infraestructures, tiene un coste equivalente a 3 kilómetros de la L9 del Metro de Barcelona.
El alcalde de Terrassa propone una alianza de las ciudades del Arc Metropolità para reivindicar un modelo en red de las infraestructuras. ¿Qué opina?
Es precisamente en infraestructuras donde los dos valleses deberíamos ejercer de lobby de presión. No es comprensible y los alcaldes deberíamos ponernos muy duros, porque la segunda corona metropolitana supone el 45 % de la población de la Región Metropolitana y sólo hemos recibido el 2% por ciento en infraestructuras, mientras el 80% se concentran en la primera corona. Es una situación de absoluta injusticia y nos toca a los alcaldes hacer presión. Confío en que el conseller Rull lo ponga en las prioridades de su agenda.
¿Qué viabilidad le ve a ese lobby vallesano en el actual escenario político?
La tiene, de hecho ya se están dando pasos.
¿Se refiere al proyecto Via Vallès? Sus promotores proponen fusionar ambas comarcas y que una entidad supra comarcal sustituya los consejos comarcales.
Yo distinguiría entre el ámbito político –los alcaldes de la segunda corona seguro que ven con buenos ojos este frente común– y la fusión de las dos comarcas. Creo que los alcaldes estamos de acuerdo en que ahora no toca plantearnos si creamos nuevas instituciones. La apuesta debe ser repensar nuestra relación con el área metropolitana.
¿Y cual es su propuesta?
No hay ninguna ciudad global como Londres, París o incluso Madrid que se plentee dos áreas metropolitanas: el Área Metropolitana de Barcelona y el Area del Vallès. Es absurdo. Debe haber un Área Metropolitana potente que sume los más de 5 millones de personas que viven en el territorio.
El recelo de las capitales vallesanas a diluirse, a perder perfil frente a la Gran Barcelona, ha frenado históricamente ese proceso.
¿Alguien piensa que Sant Cugat y su alcaldesa se han diluido? Es evidente que no. Al contrario. Forma parte de un territorio con una visión estratégica de la que los demás municipios no participamos. Y no tiene ningún sentido. ¿Cornellá, Santa Coloma, Sant Boi o incluso Castellbisbal han perdido perfil identitario o competencias?. Todos están encantados de formar parte del Área Metropolitana.
El primero en plantear la reflexión sobre el liderazgo territorial ha sido el sector económico, mientras el político parecía haber perdido la iniciativa.
Venimos de un ciclo electoral diabólico. Eso ha hecho que en muchas ocasiones fuera difícil encontrar espacios para el acuerdo político. Ahora estamos en condiciones de hacer un trabajo a más largo plazo, de generar discurso propio y buscar alianzas estratégicas. Toca trabajar, aunque los intereses de las diferentes instituciones no siempre coincidan.
¿No está de acuerdo con la propuesta de Fem Vallès?
No acabo de entender la propuesta de Cecot de crear tres grandes áreas metropolitanas, una de ellas fusionando los dos valleses. Es cierto que los polígonos industriales vallesanos son muy potentes, que estamos relacionados, que hay potencial, pero crear una nueva área metropolitana sin reflexionar sobre cual será nuestro papel respecto a Barcelona…es un error. Vaya por delante que los dos valleses hemos encargado un estudio conjunto a la Diputació para explorar las líneas de trabajo conjunto en la línea del lobby al que hacía referencia. No rechazo una alianza, pero la propuesta de Via Vallès provoca recelo en el Vallès Oriental. Somos realidades distintas y tenemos que ser capaces de tejer alianzas y no empezar la casa por el tejado. Ese es el papel de las administraciones, empezar a andar camino.
¿En ese contexto, como ve el histórico distanciamiento entre Terrassa y Sabadell?
Siempre se ha dicho que vivían de espaldas. Yo estoy convencido de que el cambio político en Sabadell y el relevo en la alcaldía de Terrassa implica la llegada de una nueva generación que, más allá de las opciones políticas, supone una oportunidad para consolidar un nuevo liderazgo comarcal. Desde el Consell contribuiremos a que eso sea así, aunque será importante que ambas ciudades lo tengan claro.
El último mandato las diferencias entre el Consell Comarcal y Mercavallès acabaron en los tribunales. Parece haber reconducido la situación pero, confirma que el mercado mayorista tendrá continuidad más allá del final de la concesión?
Además de superar la etapa conflictiva, debemos ser capaces de mirar más allá y hacer un trabajo conjunto con los mayoristas. En las próximas semanas encargaremos el estudio para definir el modelo de gestión y las perspectivas de futuro del equipamiento. Y por supuesto, la continuidad está asegurada.
El alcalde de Terrassa propuso impulsar un Puerto Seco, un gran espacio logístico en la Mancomunidad, pero el plan de promoción económica de la ciudad desaconseja ese tipo de actividades. ¿El proyecto sigue vivo?
Temenos que hacer una reflexión conjunta y será muy importante que Terrassa dé su opinión. Lo que toca ahora es repensar el espacio en su globalidad. Tenemos la central operativa de Mossos, en el sector de Sabadell ha habido un desarrollo residencial muy importante y está el Golf El Prat…Es importante que no abordemos las piezas una a una, si no que seamos capaces de tener una visión global y estratégica de la zona por su centralizad y su proximidad a la C-58. Deberíamos ser capaces de crear sinergias, no sé si en el formato de puerto seco, pero el ADN del Vallès es industrial. Es uno de los polos manufactureros más importantes del sur de Europa, de manera que debería acoger actividades económicas.
Hace unos días publicaba un artículo de apoyo al Parc Taulí tras el anuncio de Salut de que no derivaría más casos a la sanidad privada. El Hospital de Terrassa atraviesa ahora una grave situación económica. ¿Cuál es la posición del Consell Comarcal?
Me veo en breve con los trabajadores para escuchar sus reivindicaciones y acompañarlos en lo que sea necesario. La consellería de Salut debe emplearse a fondo en reflotar la situación. Por supuesto que el Consell Comarcal apuesta por su continuidad, por preservar la calidad asistencial y también las condiciones laborales de la plantilla.
Superada la primera etapa y recuperada la estabilidad del Consell, ¿cómo afronta el mandato?
Queremos recuperar protagonismo, estar en todos los debates: el social, el de las infraestructuras, también el de la Regió Metropolitana. El Consell Comarcal deel Vallès Occidental puede ser un espacio de encuentro. Ahora, por ejemplo, los municipios queremos copiar las experiencias de la ciudad de Terrassa en el tema de la vivienda y reivindicar el cumplimiento de la ILP 24/2015 contra la pobreza energética, forzando a las compañías a que destinen parte de su facturación a cubrir las facturas pendientes. En definitiva ¿cual es el objetivo final? Pues que el Consell Comarcal se visualice como una institución útil.