Agresor y víctima viajaban en el mismo vagón del tren que había salido de Terrassa y se dirigía a Martorell, y cerca de la estación de Torre Baró, en Barcelona, discutieron por unas cervezas. Se injuriaron y dieron manotazos, y uno acabó asestando un navajazo en el abdomen al otro, que hubiera muerto de no ser atendido de inmediato. Eso dice el fiscal, que acusa al presunto agresor de un intento de homicidio y pide que sea condenado a una pena de siete años de prisión. El agredido era vecino de Terrassa.
La refriega se desencadenó el 10 de junio del 2014, a las 11.50 de la noche. Según el Ministerio Fiscal, el acusado, de origen salvadoreño, y la víctima se enzarzaron en una discusión por motivo de unas cervezas. Se insultaron, hubo intercambio de golpes con la mano. Los contendientes estaban de pie, frente a frente. El agresor se llevó la mano a un bolsillo trasero del pantalón. Y sacó una navaja.
El atacante embutió el arma blanca a la víctima en el abdomen. El herido se separó unos centímetros y se desplomó en el suelo. Otros viajeros retuvieron al acusado hasta que llegaron unos mossos. La navaja estaba a sus pies, enrollada en el papel de un periódico.
Al herido lo atendieron unos sanitarios allí mismo y lo llevaron al hospital Vall d’Hebron. Allí se le practicó, según el fiscal, una "embolización por cateterismo de la arteria circunfleja ilíaca profunda".
El procesado, de 46 años, estuvo privado de libertad dos días. El fiscal reclama que sea castigado a siete años de prisión y a pagar 2.420 euros de indemnización a la víctima por lesiones y secuelas, pues le quedaron dos cicatrices. La Audiencia Provincial ha señalado el juicio para el próximo lunes.