Una primera fase de conversaciones bilaterales, de carácter informal, y un encuentro solemne que explicite la alianza de las siete ciudades del Arc Metropolitá por la finalización de las obras del IV Cinturó. La iniciativa la impulsa el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, y los primeros contactos evidencian ya “un elevado nivel de consenso”, afirma el primer edil egarense.
Ballart se propone recuperar el frente de las ciudades de la segunda corona metropolitana (Vilanova i la Geltrú, Vilafanca del Penedès, Martorell, Terrassa, Sabadell, Granollers y Mataró) con el objetivo de presionar al Ministerio de Fomento para que acelere la finalización del tramo Abrera-Terrassa del IV Cinturó, prevista para 2019, y la redacción del estudio informativo del cierre de la autovía, de tal manera que cuando finalicen los trabajos en Viladecavalls empiecen las obras de la autovía hacia Sabadell.
“En torno a una infraestructura tan imprescindible como la B-40 debemos generar el máximo consenso en el territorio -defiende el alcalde Ballart-. Las ciudades del Arc Metropolità tenemos un gran peso económico y demográfico, y por lo tanto debemos estar bien conectadas con infraestructuras viarias y ferroviarias”.
La primera ronda de contactos tiene carácter bilateral y le ha permitido a Ballart explorar las posiciones de salida de buena parte de los primeros ediles “y también de los partidos políticos, y debo decir que el nivel de consenso en muy elevado”. La entrevista con el alcalde de Sabadell, el republicano Juli Fernández, está pendiente de agenda.
Se trata de un encuentro clave para la futura alianza, puesto que el gobierno de la ciudad vecina ya ha mostrado su rechazo a la continuación del IV Cinturó hacia Sabadell.
Lo hizo tras la visita a las obras de la ministra Ana Pastor el pasado 18 de febrero, y más recientemente durante una rueda de prensa junto a ERC, TeC y la CUP de Terrassa, un gesto que ha incomodado al gobierno municipal. En la comparecencia, los concejales fueron los primeros en proponer una alianza para revisar el modelo territorial y de infraestructuras, un acuerdo que supere el modelo “caduco” del IV Cinturó.
El pacto de 2013
“Debemos encontrar un punto de coincidencia”, propone Ballart. En el proceso, el alcalde defiende como documento de partida el acuerdo de trazado pactado por Terrassa y Sabadell en noviembre de 2013, en el que se dibujaba una autovía permeable, pegada a la trama urbana y que conecte con la ronda oest de Sabadell.
“Fue un acuerdo histórico de un trazado sin impacto ambiental. Entidades ecologistas como Adenc estuvieron presentes en la presentación y no mostraron oposición alguna”. Ballart se muestra convencido de que será más fácil llegar a acuerdos “si somos capaces de llevar el debate más allá de las posiciones de partido, que además no siempre coinciden en distintos municipios. Y si no es posible la unidad, tampoco es necesaria para que la obra se ejecute”.
El alcalde de Terrassa espera cerrar la ronda de entrevistas con los ediles metropolitanos y fijar una posición conjunta “durante el próximo trimestre. No podemos alargarlo más”, comenta Ballart. El conseller de Territori, el egarense Josep Rull, ya ha hecho saber que difícilmente puede presionar al Ministerio de Fomento si el territorio no ha resuelto el debate sobre el futuro de la autovía. “No podemos darle ni una excusa más al Gobierno central para que no invierta en Catalunya”, afirma Ballart.
En el debate que afrontan las siete ciudades del Arc Metropolità, el gobierno local defenderá la urgencia de resolver el actual final de la B-40 en Can Roca. Terrassa exige una solución para esa anomalía viaria y para “los 20 mil vehículos que circularán por el IV Cinturó cuando entre en servicio la conexión con el Baix Llobregat y que podrían colapsar la red viaria de la ciudad”, alertan desde el gobierno municipal.
El alcalde Ballart y el PSC defienden la continuidad del IV Cinturó hasta Granollers, detalle que no explicitaron en su moción en el último pleno “para facilitar el consenso. En ese último tramo el impacto ambiental es mayor”, reconoce.
El edil reivindica el protagonismo del territorio en el impulso de la autovía y minimiza el impacto del Informe Cerdà encargado por la patronal Cecot. “Es un elemento más, pero no de peso. Escuchar la opinión de las empresas está bien, pero no son un elemento sustancial del debate. Los municipios hemos sido los primeros en reivindicar un modelo en red de infraestructuras frente a patrón radial. Que el Pla Territorial lo asumiera fue mérito de los alcaldes”.