Terrassa

Acusado de violar a una joven y azotarla con cables eléctricos

Cuando ella se resistía a mantener relaciones sexuales, él la azotaba con cables eléctricos a modo de látigo. La violó varias veces, y la dejó embarazada. Eso relata, al menos, el Ministerio Fiscal, que acusa a un hombre de origen rumano de infligir ese martirio a una joven del mismo país. El mismo individuo y cinco personas más, todos ellos miembros de la misma familia, están procesados en otro sumario por explotación sexual con la misma víctima.

El caso de las supuestas violaciones, tramitado por el juzgado de instrucción número 4 de Terrassa, tiene previsto juzgarlo hoy la Audiencia Provincial de Barcelona. El escrito del fiscal indica que el acusado tuvo una relación "de convivencia coercitiva" con la víctima, una joven de 22 años, desde el 2012 hasta finales del 2014. Ambos residían en una vivienda de Ca n’Anglada, donde fueron perpetrados los presuntos delitos.

Dice el fiscal que el procesado exigió a la chica mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad y la llegó a dejar embarazada en, al menos, una ocasión. Si ella se negaba, él la acribillaba a golpes, según el escrito de acusación. El fiscal dice que el procesado propinaba a la joven "rodillazos y patadas en la cabeza" y que a veces usaba cables eléctricos como látigos para fustigarla. La cogía por el pelo y la tiraba contra el suelo. El hombre, que se tornaba especialmente violento cuando bebía alcohol, llegó a infligir un corte en un brazo a la muchacha, añade el Ministerio Público, que pide para el reo una pena de quince años de prisión por un delito continuado de agresión sexual con penetración.

Libertad vigilada
Las conclusiones provisionales del fiscal agregan una petición de libertad vigilada: si el tribunal aplica el fallo solicitado, el acusado, una vez cumplida la pena de prisión, deberá estar vigilado durante diez años; en ese periodo no se podrá acercar a menos de mil metros de la víctima.

La joven, de extracción humilde, tiene un hijo que vive en Rumanía. Llegó a España en el 2012 y trabajó de prostituta en Salou y luego, en Terrassa. Aquí conoció al acusado, con quien tuvo una relación el mismo día. Después, el hombre consiguió que la chica se fuese a vivir con él a su piso de Ca n’Anglada, con el pretexto de mantener una relación sentimental, asegura el fiscal. En la misma vivienda residían familiares del acusado.

Los tormentos se sucedieron entre aquellas cuatro paredes. Según afirma el Ministerio Público para contextualizar las agresiones sexuales, el procesado "obligó a la víctima a ejercer la prostitución para él y su familia". Todos se lucraban de ello, y controlaban con mano de hierro a la muchacha; con amenazas, con golpes, con insultos. El acusado de las violaciones y cinco parientes están procesados en el sumario que se sigue por ese presunto proxenetismo y en el que los cargos son de delito de trata de seres humanos con finalidad sexual en concurso con un delito "de determinación y explotación de la prostitución".

La redada
Los Mossos d’Esquadra apresaron al clan familiar en un operativo que ejecutaron el 17 de febrero del 2015. Cinco personas fueron detenidas en la redada. Todos los arrestados acumulaban antecedentes por hechos similares.

Según contaron fuentes policiales, la familia obligaba a la joven a prostituirse aun estando enferma de tuberculosis. La operación de los mossos culminó una investigación iniciada días antes a raíz de una información que surgió de la Guardia Urbana de Barcelona. Agentes de este cuerpo supieron del caso de una joven rumana víctima de explotación sexual y trasladaron a la muchacha a una comisaría de los mossos. La Divisió d’Investigació Criminal activó las indagaciones.

Entregado por Rumanía
A las ocho de la mañana del 17 de febrero, cuatro furgonetas con agentes llegaron a la calle de la Mare de Déu de Les Neus y cortaron al tráfico el tramo comprendido entre la de Mossèn Àngel Rodamilans y la de la Mare de Déu de La Fuencisla. Los policías, fuertemente armados, irrumpieron en unas habitaciones de alquiler en que estaba dividida una vivienda.

Los agentes se llevaron a varias personas esposadas, entre ellas una mujer de edad avanzada a la que los vecinos veían casi a diario pidiendo limosna en la puerta de un súper. La redada terminó en aquella fecha con cinco arrestados, pero faltaba un individuo por capturar. De la calificación fiscal se infiere que se trataba del acusado de las violaciones, que fue entregado por las autoridades rumanas el 16 de junio del 2015 e ingresó de inmediato en prisión preventiva.

LA INDEMNIZACIÓN
50.000 euros. El Ministerio Fiscal reclama que el encausado pague a la víctima cincuenta mil euros de indemnización por los perjuicios "morales y psicológicos sufridos"

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