La junta directiva de Foment del Treball aprobó el lunes su nuevo reglamento territorial que contó con la oposición, entre otros, de Antoni Abad, presidente de Cecot. Esta ordenación es consecuencia directa del expediente abierto en el mes de octubre del pasado año a la patronal terrassense por la expansión fuera de su territorio de origen , una cuestión que fue trasladado a la comisión de régimen interno. En la misma se llegó incluso a plantear la expulsión de la organización empresarial terrassense de Foment, pero aunque no hay una resolución como tal, desde Cecot se interpreta que este nuevo reglamento es la respuesta definitiva a la problemática surgida en su día.
Lo cierto es que parece que esta cuestión se está cerrando en falso, ya que la ordenación territorial que ha establecido Foment es muy ambigua y permite suficientes interpretaciones que pueden generar conflictos futuros.
En la reunión del lunes se volvió a evidenciar las diferencias existentes entre los dos máximos responsables de Foment y Cecot, Joaquim Gay de Montellà y Antoni Abad, respectivamente. Es un distanciamiento que viene de lejos, propiciado por el apoyo que en su día brindó Abad a Joaquim Boixareu, que se convirtió en rival de Joan Rosell, que ganó cinco meses antes de irse a presidir Ceoe, las elecciones a la presidencia de la gran patronal catalana. Abad terminó por dar su respaldo a Rosell, pero cuando Gay de Montallà sustituyó a Rosell por su marcha a Madrid, el dirigente egarense quedó fuera del ejecutivo.
A los planes de expansión de Cecot se une el diferente prisma con el que ambos presidentes entienden la actual política en Catalunya, con un marcado perfil soberanista que abiertamente ha expresado Antoni Abad. Toda esta situación tuvo un nuevo golpe de efecto cuando Cecot decidió trasladar a Barcelona la celebración de la Nit de l’Empresari. Todo ello desembocó en un expediente que oficialmente todavía no se ha resuelto. “No hemos recibido comunicación alguna desde Foment, pero entendemos que con este nuevo reglamento territorial esta cuestión queda resuelta”, apuntan desde Cecot.
Sin reacción
Antoni Abad no ha querido efectuar manifestaciones sobre la decisión de Foment. La junta directiva pretendía aprobar por unanimidad este documento, pero el presidente de Cecot reclamó que se realizase una votación. Ésta no tuvo carácter secreto, ya que en ese momento, Gay de Montellà preguntó quién estaba en contra de la nueva normativa. Además de Abad, otros dos empresarios mostraron su disconformidad. Se produjeron tres abstenciones. El resto de asistentes, 45, mostraron su apoyo.
Desde Cecot también se expresa un cierto malestar por las filtraciones que se emanan de los encuentros en Foment, por lo que el carácter secreto de la votación tampoco resultaba tan determinante según estas fuentes.
La patronal terrassense considera que el nuevo ordenamiento no representa un gran cambio con respecto a la situación actual. Se apuntan que en muchos de los casos que Cecot ha podido traspasar los ámbitos territoriales (como en el caso Castor), con anterioridad ya había hablado con Foment sobre los movimientos a realizar.
El nuevo documento regula de forma básica las relaciones territoriales entre las distintas organizaciones empresariales que conforman Foment. Es un reglamento de carácter general que reclama a las diferentes partes a comunicar sus proyectos a Foment antes de cualquier acción, un hecho, que Cecot reitera que está sucediendo.
Un ejemplo
Así, por ejemplo, el cuarto punto del reglamento aprobado el lunes señala que “si una organización territorial tiene iniciativas o quiere gestionar asuntos intersectoriales de ámbito catalán debe plantear en los órganos asesores y directivos de Foment por si este quiere asumir la iniciativa con la colaboración de aquella organización. Si Foment no considera la propuesta y no presenta objeciones fundadas en eventuales perjuicios de los intereses de la confederación o de cualquiera de las organizaciones confederadas, la organización puede llevar adelante sus iniciativas o gestiones con medios propios”.
