Los Mossos d’Esquadra investigan un atraco que al final no lo fue. Quedó en un raro intento, pues el delincuente, que blandió un arma de fuego, decidió darse la vuelta y huir sin consumar el asalto, para el que había elegido el centro comercial Talló, en Sant Pere. El delito fue cometido el sábado por la noche.
El establecimiento estaba a punto de cerrar sus puertas al público. Lo hace, los sábados, a las 9.30 de la noche. Un individuo, a cara descubierta, entró en el establecimiento por la puerta que da a la avenida del Abat Marcet, pero no tenía la intención de apurar el último tramo horario del centro para comprar; se dirigió a la recepción y una vez allí preguntó a un empleado por "la dirección". El trabajador le respondió que el sábado no estaba abierto ese departamento, y le propuso que volviese el lunes. El tipo, de entre 35 y 40 años, con perilla, se giró y se marchó, pero tardó unos instantes en volver. En esa segunda visita ya portaba la pistola.
Un minuto
"Hablemos", dijo entonces al empleado de la recepción, al tiempo que esgrimía la pistola. Pero una empleada vio la escena y corrió hacia el otro extremo del establecimiento para dar la voz de alarma. Entonces, el asaltante decidió huir. Escapó por la misma puerta por la que había accedido al centro, por la avenida del Abat Marcet, y caminó en dirección a la plaza del Aigua.
El asalto en tentativa duró apenas un minuto. Los Mossos d’Esquadra fueron alertados del robo frustrado, y unos agentes del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa se presentaron en el establecimiento y hablaron con testigos.
La unidad de investigación del ABP lleva a cabo unas indagaciones que, al parecer, ya han arrojado frutos. Además de tomar declaración a testimonios que lo vieron, los mossos analizan vídeos grabados por cámaras de seguridad.