El 68,3 % de los españoles considera que el uso de las nuevas tecnologías han tenido un impacto negativo en la comunicación entre padres e hijos y el 52 % está convencida de que entorpecen las relaciones de pareja, según el último barómetro del CIS divulgado hoy.
El Centro de Investigaciones Sociológicas ha estudiado en marzo la opinión de los españoles acerca del uso y la influencia de internet, el móvil o las redes sociales en su vida y la de sus familias.
El 92,5 % de los individuos cree que las nuevas tecnologías han cambiado mucho o bastante la vida cotidiana de las familias y el 86,5 % piensa que los jóvenes “tienen dependencia” de las nuevas tecnologías (TIC) y eso “es un problema para la educación” familiar, pero a la vez, 8 de cada diez consideran “inevitable” el influjo de las TIC en la educación de sus hijos.
¿Y cómo ha afectado el uso de internet, redes sociales, aplicaciones de mensajería o del móvil a los integrantes de la unidad familiar?
El 56,3 % piensa que se desaprovecha más el tiempo, el 55,2 % que las TIC inciden en un mayor aislamiento, el 48,7 % que aumentan la pereza y el 48,2 % que disminuye la conversación con las personas con las que se convive.
Son el móvil (46,3 %) y la conexión a internet (24,4 %) los dos elementos tecnológicos que, a juicio de los casi 2.500 entrevistados en el barómetro, más nos han cambiado la vida.
Para muestra de su importancia, el 91,9 % de los españoles usa el móvil y el 72,1 %, Whatsapp u otras aplicaciones de mensajería instantánea. De hecho, el 44,3 % declara utilizar Whatsapp continuamente, un porcentaje que se sitúa en el 32,5 % en el caso del teléfono.
Aunque cuatro de cada diez afirma acceder constantemente o varias veces al día a las redes sociales, el 38,5 % de los españoles opina que son unas herramientas “nada necesarias”.
Los entrevistados se muestran conscientes de que el uso de las TIC tiene como consecuencia una menor inversión de tiempo en otras actividades: las más afectadas, la lectura de libros o publicaciones en papel (según el 62,1 %), “estar sin hacer nada” (45,8 %), hablar con la pareja cara a cara (42,4 %) y pasear (41,5 %).
Pero también figuran en la lista con porcentajes superiores al 30 % salir con amigos, oír la radio o ver la televisión, ir al cine, estudiar, practicar deporte e incluso dormir.
Además, entre los impactos negativos de las TIC, los españoles estiman que han disminuido la protección de la intimidad (81,4 %), la realización de actividades familiares (53 %) y las relaciones entre nietos y abuelos (40,4 %).
Un fenómeno que se pone de manifiesto en el último barómetro del CIS es la brecha generacional que existe en el uso de las nuevas tecnologías: el 68,1 % de los padres de hijos mayores de 12 años ha recurrido a sus vástagos en busca de ayuda para utilizar el teléfono móvil, el 41,7 % para acceder a internet y el 38,7 % para usar el PC.
Según los datos del CIS, la edad media ideal para acceder a un teléfono móvil y a internet son los 13 años, sin embargo, los españoles sitúan entre los 8 y los 9 años la edad real en la que los menores empiezan a tener contacto con estas tecnologías.
Los riesgos a los que se ven expuestos los niños en estos entornos, a juicio de los entrevistados, son la difusión de fotos o vídeos comprometidos (opina un 37,7 %), el dar exceso de información personal (22,9 %) y el ser acosados con el fin de obtener “concesiones sexuales” (15,6 %).
Ahora bien, preguntados por su actividad en línea en los últimos seis meses, sólo el 8,6 % de los españoles se arrepiente de haber enviado algún tipo de información y el 6,1 % reconoce haber tenido problemas por el uso que otros han hecho de contenidos relativos a su persona.