Diari de Terrassa

Un Preolímpico de máxima exigencia

Entre este domingo y el próximo, la ciudad italiana de Trieste, en la región de Friuli, a orillas del Adriático, acogerá el decisivo Preolímpico masculino de waterpolo, una competición que servirá para dirimir los nombres de las cuatro selecciones que completarán la competición olímpica de Río de Janeiro. Y entre los trece waterpolistas que ha convocado para este importantísimo envite el seleccionador español Gabi Hernández figuran dos jugadores del Club Natació Terrassa: el portero Iñaki Aguilar (32 años) y el defensor de boya Ricard Alarcón (24 años).

Ambos volaron ayer junto al resto de la expedición española (en la que figura como entrenador ayudante el ex jugador del Natació Svilen Piralkov) hacia Trieste vía Roma. A los trece de Hernández les esperan ocho intensísimos días de competición, que tendrán su punto culminante el próximo viernes día 8. Debutarán mañana ante Holanda y los cuatro siguientes días se medirán sin descanso a Alemania, Italia (el gran favorito), Sudáfrica y Kazajistán. Los cuatro semifinalistas tendrán ya en el bolsillo la ansiada clasificación para los Juegos olímpicos de Río de Janeiro.

Veinte años sin medalla
En Trieste, la exigencia será máxima para todas las selecciones. El rival que toque en el cruce de cuartos será fundamental para las opciones de clasificación de una selección española que tiene en su haber dos medallas olímpicas (el oro de Atlanta 1996 y la plata de Barcelona 1992) y no quiere perderse los Juegos de Río, para los que ya está clasificado el combinado femenino de Miki Oca.

El waterpolo terrassense ha conseguido colocar a dos jugadores en esta lista preolímpica. Se trata del portero Iñaki Aguilar, un asiduo a las últimas convocatorias de la selección, y el joven Ricard Alarcón, una de las figuras emergentes de este deporte. Alarcón ha acogido con la máxima ilusión su inclusión en la lista. “Somos varios los jugadores que estamos en la órbita de la selección y para mí supone un placer enorme poder contribuir a la clasificación de la selección para los Juegos”. El egarense se inició como defensor de boya, aunque en el Natació viene actuando de boya por la escasez de efectivos en esa posición. En el equipo nacional, Gabi Hernández lo utilizará como defensor de boya. “Ese será mi trabajo. Es una posición a la que me adapto perfectamente. Espero ayudar en todo lo que pueda al grupo”, explica Alarcón, que tiene muy claro cual es el objetivo para estos ocho días de competición en Trieste. “Lo que queremos es acabar primeros de grupo para tener un cruce de cuartos de final lo más asequible posible”. Para él, el gran rival a evitar es Hungría, aunque entiende que Rusia y otras selecciones darán también mucha guerra. “Estoy convencido de que no habrá partidos fáciles. Todas las selecciones nos jugamos mucho. Queremos clasificarnos para los Juegos y no conseguirlo sería una gran decepción”, señala el waterpolista local.

Ser olímpico, un sueño
El hecho de ser uno de los elegidos no implica que Alarcón vaya a vivir en agosto sus primeros Juegos, pero piensa pelear duro para conseguirlo. “Aquí estamos los que el seleccionador ha elegido, pero todos sabemos que eso puede cambiar. La preparación será muy dura y cada uno deberá demostrar que merece estar en Río. Nadie tiene el puesto asegurado”, señala el jugador, que apela a su “mentalidad positiva” para ser olímpico, aunque recuerda que “lo complicado no es llegar a la selección, sino mantenerse”.

Si la participación de Alarcón en este Preolímpico no estaba nada clara, quien tenía muchas papeletas para estar en Trieste es el guardameta Iñaki Aguilar, todo un referente del equipo español, que se reparte ahora los minutos con su homólogo del Barceloneta Dani López Pinedo. “La competencia es muy dura y estoy muy contento de seguir acudiendo a las convocatorias de la selección. Con Dani nos estamos repartiendo los minutos. Eso es bueno, ya que así los rivales nunca saben qué portero van a encontrarse”, explica el barcelonés.

Para él no hay rival pequeño en este Preolímpico y tiene una confianza enorme en las opciones de España de clasificarse. “Llegamos en un buen momento y no pensamos en otra cosa que no sea la clasificación. Está en nuestras manos y estamos dispuestos a aprovecharlo”, explica Iñaki Aguilar, consciente de que España no falta a unos Juegos desde Moscú 1980.

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