El riesgo de desprendimientos hacia el exterior parece haberse atenuado en la antigua nave de la calle del Bruc, en Ca n’Aurell, que tiene parte de su techo desplomado. El Ayuntamiento decidió reabrir ayer el tráfico de vehículos en el tramo de la vía comprendido entre la calle de Josep Trueta y la de Frederic Soler, que había cortado a la circulación como medida preventiva el martes de la semana pasada, el 22 de marzo.
Al mediodía de ayer fueron retiradas las vallas colocadas en el cruce con Josep Trueta, una vez solventados los riesgos que requerían una actuación perentoria en la fachada y realizada la inspección pertinente. A media tarde, sólo permanecía vallado un tramo de acera de unos veinte metros. Por el resto de la calle se podía transitar.
El peligro
El Ayuntamiento resolvió el corte viario debido al peligro de caída de cascotes. Un día antes, el lunes 21 de marzo, la Policía Municipal y dos dotaciones de Bombers habían intervenido en la desvencijada nave tras recibir el aviso de un desplome de la cobertura. Los agentes instaron a un indigente de 51 años a abandonar el edificio de la vieja fábrica que había convertido en su morada eventual.
Los bomberos revisaron el inmueble y sanearon algunas partes. A la jornada siguiente, un arquitecto municipal inspeccionó la estructura y comunicó a la policía local la necesidad de adoptar medidas de precaución en la vía pública. El tráfico quedó cortado durante toda la Semana Santa, y hasta ayer.