Los Mossos d’Esquadra han detenido a doce personas como presuntos autores de 48 robos en urbanizaciones de una treintena de poblaciones de Catalunya, entre ellas Viladecavalls, único municipio de la comarca donde actuó este grupo criminal, con dos robos, informó ayer la policía catalana. Otras comarcas donde cometió robos la banda fueron Maresme, Vallès Oriental, Bages, Osona, Anoia, Baix Llobregat, Solsonès y Alt Penedès.
Tras declarar ante el juez, once de los doce detenidos han entrado en prisión. Los investigadores están ahora realizando las gestiones pertinentes para localizar a los propietarios de los objetos sustraídos que han podido ser recuperados.
La banda, liderada por un individuo de 48 años de origen albanés, actuaba como una “escuela de robos”, ya que éste enseñaba a jóvenes sin antecedentes a asaltar casas en urbanizaciones, antes de que se fueran a delinquir a otros países.
De hecho, el líder de la banda, el único que tiene antecedentes, reclutaba a compatriotas en la región albanesa de Krujë. Una vez en Catalunya, los distribuía en grupos de cuatro (sin relación entre los grupos), les alquilaba un piso en Barcelona o L’Hospitalet y les mostraba las urbanizaciones en las que podían cometer sus robos con fuerza, siempre por la tarde, sin utilizar en ningún caso la violencia.
Se trataba de una auténtica “escuela de robos”, explicaron los Mossos, ya que los miembros de la banda eran jóvenes de entre 20 y 30 años, sin antecedentes ni experiencia previa en robos, y que venían a Catalunya con el objetivo de aprender a robar durante un periodo de unos dos meses, para luego distribuirse por otras ciudades europeas.
Dinero y joyas
En sus golpes, los asaltantes se llevaban dinero, joyas y relojes que luego revendían al responsable de dos locales de compra-venta de oro de la carretera de Sants de Barcelona, que les pagaba el oro a 20 euros el gramo, si bien un euro de cada 20 se los quedaba el líder del grupo, que no participaba directamente en ninguno de los asaltos.
El juez que investiga el caso ha ordenado prisión para el líder de la organización y para diez miembros, acusados de pertenencia a organización criminal y robos con fuerza, mientras que ha dejado en libertad con cargos al dueño de las dos tiendas de compra-venta de oro, un hombre de origen italiano, por un delito de receptación. El magistrado también ha imputado al dueño de la empresa que alquilaba los vehículos a la red, como supuesto miembro de la organización criminal. Además, los Mossos han identificado a otros cuatro miembros, que han logrado huir, por lo que se ha dictado una orden internacional de búsqueda y captura.
Al menos dos de los grupos en que se dividía la banda actuaban en Catalunya desde otoño de 2015, mientras que otros dos se configuraron tras recibir las primeras denuncias contra la red, en enero pasado. Para cometer los robos, los ladrones elegían casas en urbanizaciones aisladas, donde irrumpían rompiendo una ventana o forzando las puertas.