Esa inexplicable sensación de desazón que lleva aparejada la derrota era la que sentía el entrenador del Club Egara, Patricio Keenan, tras caer eliminado de la EHL en octavos de final ante el RC Polo. Keenan no se escondió en tópicos. Dio la cara y reconoció que su equipo no había jugado bien. Más bien todo lo contrario. "Fue el peor partido de los tres años que llevo aquí como entrenador. No estuvimos a la altura que requiere una competición de estas características. No nos salió nada. Fue un partido raro", explica el técnico argentino, que entiende que el Egara desperdició una gran oportunidad para haber seguido adelante en una competición en la que superó con éxito una primera fase. "La gente está muy hundida. Se dieron cuenta de que desperdiciamos una gran oportunidad ante un rival al que conocemos bien y al que ya hemos ganado esta temporada. Empezamos mal, pero lo mejor fue que nos mantuvimos vivos con el 0-1 hasta que nos marcaron el segundo gol. Fue una lástima", sentencia. Pero tanto Keenan como sus jugadores son conscientes de que no les queda otra que levantarse y pelear por la última competición de la temporada, la Liga. "Nuestro objetivo es acabar la fase regular primeros para asegurarnos el billete para la próxima EHL. Sabemos que no será una tarea fácil, pero dependemos de nosotros para lograrlo".