El alojamiento en la Casa Bloc de Barcelona de refugiados que se encuentran en el programa estatal de acogida temporal para solicitantes de asilo se iniciará a partir del mes de mayo.
El presidente de la Cruz Roja en Cataluña, Antoni Aguilera, ha explicado en rueda de prensa que las familias o las personas que entrarán en la Casa Bloc dentro de un mes son solicitantes de asilo que ya se encuentran en suelo español, en Centros de Estancia Temporales o en otro tipo de centros, y que pasarán al programa de asilo de seis meses del Gobierno.
La Casa Bloc, con viviendas para 90 personas, será gestionada por las entidades sociales Accem, dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Cruz Roja, con el apoyo de la Generalitat de Cataluña, que sustenta la propiedad del edificio, y del Ayuntamiento de Barcelona, que facilitará los servicios públicos de la ciudad a las personas refugiadas.
Estas entidades, mediante la cesión y la gestión de la Casa Bloc, se centrarán en la segunda fase del programa para demandantes de asilo que supone los seis meses de alojamiento, prorrogables a nueve, que dependerán de la fase anterior de información y de valoración de la vulnerabilidad de las personas, aunque también realizarán una última fase de integración que durará entre 12 y 18 meses.
Las tres entidades sociales que se harán cargo de la gestión de las viviendas de la Casa Bloc realizarán también tareas de acompañamiento y asesoramiento jurídico, psicológico y social para favorecer el éxito del programa de inserción.
La responsable territorial en Cataluña de Accem, Gemma Sánchez, ha asegurado que “el objetivo de proporcionar una vivienda a los refugiados es conseguir que estas personas recuperen la autonomía que se vieron obligadas a dejar atrás en sus países de origen” y ha añadido que estas viviendas les proporcionarán espacios “seguros, íntimos y privadas” para ello.
La coordinadora territorial en Cataluña de CEAR, Estel·la Pareja, ha dicho por su parte que “las viviendas en barrios donde pueden interactuar con los vecinos y llevar una vida cotidiana facilitan la normalización de la situación de personas que llegan en busca de refugio y les ayuda a convertirse en ciudadanos de pleno derecho”.
El secretario de Vivienda y Mejora de la Generalitat, Carles Sala, ha subrayado el compromiso del gobierno catalán con el proyecto de la Casa Bloc con una inversión de 300.000 euros en la reforma y el acondicionamiento de las viviendas, y ha manifestado su predisposición a efectuar proyectos similares en las 14.000 viviendas de propiedad de la Generalitat.
La segunda teniente de alcalde, Laia Ortiz, ha mostrado su indignación por el rechazo del Gobierno a trasladar desde Atenas a 100 refugiados a los que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se había comprometido a dar refugio en un acuerdo con el alcalde de la capital griega, mientras que el Secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, ha criticado que la Generalitat no haya recibido respuesta del Gobierno sobre su compromiso de traer a 4.500 refugiados.
Según el representante de Cruz Roja en Cataluña, las solicitudes de asilo se han multiplicado por dos y han llegado a la cifra de 6.000 durante el año pasado, de las que la mayoría de personas de las peticiones de asilo provienen de Ucrania, aunque también llegan de Siria, Afganistán y Eritrea, y ha explicado que suelen entrar a través del Aeropuerto de El Prat y por carretera desde el sur de España.