La policía gala detuvo hoy a un hombre de nacionalidad francesa a las afueras de París en una operación que desmanteló un proyecto de atentado en Francia que se encontraba en fase avanzada y tras la cual se ha procedido al registro de un inmueble, informó el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Su arresto, según indicó en conferencia de prensa, ha sido posible tras una investigación “minuciosa” iniciada hace varias semanas y que ha movilizado “importantes medios de vigilancia física y técnica, así como una cooperación estrecha y constante entre los servicios europeos”.
Expertos en la desactivación de explosivos se encuentran inspeccionando un bloque en la localidad periférica de Argenteuil para permitir que los agentes puedan acceder con seguridad al apartamento, el aparcamiento y las zonas comunes en torno a los cuales se ha centrado el registro.
Cazeneuve indicó que el arrestado es sospechoso de estar muy implicado en el proyecto de atentado frustrado y precisó que “ningún elemento factible” vincula de momento ese plan con los recientes ataques de París y Bruselas.
“La investigación en marcha deberá establecer el alcance de esa organización criminal y las eventuales complicidades. Le corresponderá al fiscal de París difundir nuevos elementos en caso de que lo considere útil”, añadió.
Este último arresto eleva a 75 las detenciones desde principios de año de personas implicadas de cerca o de lejos en actividades terroristas, de las cuales 37 han sido imputadas y 28 encarceladas.
Cazeneuve subrayó que se está “haciendo todo” para proteger a los franceses y destacó que la operación en marcha se produce en el marco de una comisión rogatoria emprendida bajo la autoridad de un juez de instrucción antiterrorista.
El diario “Le Parisien” añadió en su edición digital que los furgones policiales comenzaron a llegar a la zona poco después de las 16.30 GMT, establecieron un perímetro de seguridad y evacuaron las inmediaciones.
Tras los atentados de Bruselas de esta semana, en los que hubo una treintena de muertos, Cazeneuve ordenó el despliegue adicional en Francia de 1.600 policías y gendarmes para reforzar el control en las fronteras y en las infraestructuras de transporte y advirtió de que “la amenaza a la que nos enfrentamos es proteiforme” (cambiante).
“Mantenemos y mantendremos una vigilancia absoluta”, concluyó hoy el ministro, que saludó el trabajo de los servicios de inteligencia y antiterroristas.