El Ayuntamiento de Terrassa vivió el pasado sábado una imagen nada habitual. En plena ceremonia de boda, la novia dio de mamar a su hija de dieciséis meses.
Rocío Bergillos y Pedro Rodríguez, dos vecinos del barrio de Sant Pere, contrajeron matrimonio en la sala de plenos del Consistorio. Al llegar la novia y subir las escaleras del Ayuntamiento ya se veía que no sería una típica boda. Rocío no iba acompañada de su padrino sino que llevaba en sus brazos a su hija de dieciséis meses, también llamada Rocío. "No hubo manera de que se quedase con sus abuelos ni con nadie más", asegura la joven. Así pues, la única solución que encontraron para que la niña se sintiera a gusto y no estuviera nerviosa fue la de que entrara en la sala junto a su madre.
Una vez allí, la pequeña seguía muy inquieta. Tanto su padre como su madre intentaban calmarla pero no había manera. La niña no paraba de tocar el pecho de Rocío. Parecía que tenía hambre. "Estaba molestando mucho, por lo que con toda normalidad me saqué el pecho y le di de mamar", explica la novia, que aprovechó para hacerlo en un impasse de la ceremonia.
"Los invitados conocen a mi hija pero no esperaban ver la imagen de la novia dando de mamar", cuenta Rocío, del mismo modo que opina que "de nada sirve hacer una súper boda, con un vestidazo para la peque y una fiesta por todo lo grande, si se pierde de vista lo que realmente significa, que es la unión y el amor".
El tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Terrassa, Alfredo Vega, que ofició la ceremonia, les contó a los novios que era la primera vez que veía tal imagen en todos los años que lleva oficiando matrimonios. Al final de la boda, hizo referencia a este momento, destacando que al fin y al cabo, la familia es esto.