La auxiliar de Enfermería Teresa Romero, que superó el ébola tras contagiarse cuidando a un misionero infectado en septiembre de 2014, se ha incorporado hoy a su trabajo en el Instituto Carlos III.
Fuentes próximas a la profesional sanitaria han manifestado a Efe que Teresa Romero ha estado un año y medio de baja laboral desde que se convirtiera en la primera contagiada por el virus del ébola fuera de África.
El 6 de octubre de 2014 fue aislada en una habitación del Carlos III al confirmarse que había contraído la enfermedad mientras atendía al misionero y religioso español Manuel García Viejo, que había sido repatriado desde Sierra Leona y que murió el 25 de septiembre de ese año.
Romero permaneció en aislamiento casi un mes, hasta que el 1 de noviembre pasó a planta tras confirmarse que en sus fluidos corporales no quedaban signos de ébola.
En esa habitación convencional de la planta quinta del Carlos III fue atendida como una paciente más -no infecciosa- hasta que el 5 de noviembre recibió el alta hospitalaria.
Oficialmente, Teresa Romero, que entonces tenía 44 años, superó la enfermedad el 21 de octubre de 2014.
Ayer, miércoles, testificó durante casi dos horas ante el juzgado número 21 de Plaza de Castilla en calidad de perjudicada en la investigación de la denuncia de quince médicos del Hospital Carlos III sobre el riesgo que hubo de contagio para los profesionales sanitarios.
Antes de entrar a declarar, Romero conversó con periodistas a los que confesó que revivir la experiencia que pasó significa “llorar continuamente” aunque aseguró que se encuentra “muy bien y muy recuperada”.