La patronal Cecot ha recomendado a las empresas exportadoras que tiene afiliadas que tengan “determinación” y “precaución” para afrontar los “retos” de este año 2016. El Club Cecot Internacional informa hoy en un comunicado de que esta recomendación se hace en base al informe del balance del 2015, con la valoración de 12 empresas, y las perspectivas para el 2016 referentes al comercio exterior.
El Club asegura que, pese a los “buenos” datos de 2015, este año no se prevé “tan favorable” para el comercio internacional, por lo que recomienda a las empresas que aprovechen al máximo sus éxitos y avances y que reaccionen “a tiempo” para no cometer los “errores” del pasado.
Según el informe de 2015, el Club destaca que “no hay duda” de que el 2015 ha sido un año “favorable” gracias a las políticas extensivas del BCE y a la bajada de los costes de la energía y las materias primas, con un crecimiento del 1,5 % de la economía de la eurozona.
No obstante, el Club asegura en su informe que, pese a los “esfuerzos” del BCE, Europa está “lejos” de resolver “su crisis” de crecimiento y deflación, y que a nivel mundial se vislumbra un “escenario preocupante”.
“La crisis actual es diferente a la de 2008, ya que, más que de una crisis de liquidez, se trata de una crisis de aversión al riesgo que está provocando un escenario claro de exceso de ahorro con un déficit de demanda”, asegura la patronal en el comunicado.
Incertidumbre política
Entre los factores en contra para este 2016, Cecot destaca la “incertidumbre” política en España después del 20-D, aunque afirma que estos meses aún “arrastran” la inercia “positiva” de finales del 2015, con unas caídas de los mercados financieros que “no se reflejan” en la realidad de las pequeñas y medianas empresas.
La patronal también destaca la bajada del petróleo, los tipos de intereses bajos, el año “crítico” en Estados Unidos marcado por unas nuevas elecciones, o la situación “complicada” en los países emergentes como factores que marcarán la economía del 2016.
En Europa, la patronal destaca la amenaza terrorista, el “problema” de la llegada de refugiados que “amenaza” con “hacer saltar por los aires” el tratado de Schengen, el referéndum sobre la Unión Europea en Gran Bretaña o el crecimiento de los populismos de derechas e izquierdas.
“La enfermedad que poco a poco consume la Unión Europea no tiene su origen en la economía, sino en la política y la ideología”, asegura la patronal, que apunta que el BCE no puede resolver solo los “problemas” que se han creado.