Catalunya / España

Puigdemont planteará un “referéndum legal” a Sánchez, que ofrecerá otras recetas

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, planteará mañana en su reunión con Pedro Sánchez la necesidad de celebrar en Cataluña un “referéndum legal”, una idea que el secretario general del PSOE no suscribe, aunque sí ofrecerá otras recetas para evitar el choque de trenes territorial.
Puigdemont recibirá mañana a Sánchez a las 12.45 horas en su despacho del Palau de la Generalitat, un encuentro, el primero entre ambos, que llega en plena fase de contactos entre las fuerzas políticas españolas para intentar desbloquear la investidura del presidente del Gobierno.
Fuentes de la Generalitat han explicado a Efe que la intención de Puigdemont es trasladar a Sánchez su defensa de un “referéndum legal”, como reclamaron sin éxito las fuerzas soberanistas en el Congreso durante la pasada legislatura.
El Govern apuesta por desplegar su hoja de ruta hacia la independencia, si bien sigue a la expectativa de si un nuevo Ejecutivo central se abre a autorizar un referéndum que, según subrayan fuentes de la Generalitat, cuenta con el “aval del 80% de los ciudadanos catalanes”, que defienden el derecho a decidir en las urnas el futuro de Cataluña.
En un artículo publicado a principios de mes en el rotativo británico The Guardian, Puigdemont pidió “coraje político” a los partidos españoles para permitir el referéndum y sugirió una coalición PSOE-Podemos con el voto a favor o la abstención de los 17 diputados de ERC y Democràcia i Llibertat en el Congreso.
Más allá del choque de posturas en torno al referéndum, desde el entorno de Puigdemont se valora la imagen de mañana como una puerta abierta al “diálogo” entre instituciones, que contrasta con las tensiones que siguen presidiendo la relación entre la Generalitat y el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
La reunión de mañana, a petición del líder socialista, se enmarca dentro de la ronda de contactos que Sánchez está llevando a cabo con diversos presidentes autonómicos con el objetivo de sondear el estado de sus comunidades y sus necesidades, dada su intención de volver a optar a la investidura como presidente.
Aunque hoy se ha visto con el presidente aragonés, Javier Lambán, y el viernes prevé hacerlo con el valenciano Ximo Puig, el encuentro con Puigdemont tiene un alto simbolismo, pues Sánchez ha evidenciado su voluntad de tender puentes de diálogo con Cataluña para intentar hallar solución al conflicto territorial.
Y es que, según fuentes socialistas consultadas por Efe, Sánchez considera que antes de encarar una política “de hechos” en Cataluña si finalmente logra ser investido, los socialistas deben empezar a mostrar una política “de gestos”, como la normalización de relaciones con la Generalitat y el restablecimiento del diálogo, casi inexistente en los últimos meses entre Artur Mas y Mariano Rajoy.
Según fuentes socialistas, Sánchez pondrá sobre la mesa a Puigdemont distintas cuestiones para empezar a encarar esa búsqueda de una solución al conflicto catalán y, por ejemplo, planteará su voluntad de abordar la lista de 23 puntos pendientes que Artur Mas trasladó a Mariano Rajoy el 30 de julio de 2014 en la Moncloa.
En este sentido, hay demandas de esa lista que el líder del PSOE considera que pueden ayudar a paliar las desigualdades y problemas sociales en Cataluña, así como la falta de inversiones; pero también hay reivindicaciones históricas que Sánchez considera lícitas, como por ejemplo el corredor mediterráneo.
Según esas mismas fuentes, Sánchez también expondrá al president su convicción de que la independencia no es la solución y defenderá así la reforma federal de la Constitución como la manera en que se pueda votar “a favor del acuerdo y no de la ruptura”.
Sánchez recordará así al presidente de la Generalitat que Cataluña podrá votar hasta en dos ocasiones dentro de dicha reforma constitucional: la primera, en el referéndum en toda España para avalar la reforma de la Carta Magna; y la segunda, ya sólo en Cataluña, para dar el visto bueno a un nuevo Estatuto catalán.
Es por ello que desde el PSOE se tilda de “polémica estéril” la reacción desde PP y Ciudadanos al conocerse la reunión y ante la posibilidad de que se aborde en ella la cuestión de un referéndum de independencia, una demanda a la que Sánchez siempre se ha opuesto y, de hecho, siempre ha rechazado explícitamente el apoyo de los independentistas para gobernar.

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