La Diputació de Barcelona destinará 30 millones de euros al nuevo programa de fomento del empleo y de apoyo a la integración social de esta administración, que persigue atender las necesidades de los colectivos más vulnerable y en riesgo de exclusión, entre ellos, el de los más jóvenes. El programa, aprobado ayer mismo por la corporación, cuenta con dos líneas de apoyo. Una dotada con 7,5 millones para los parados inscritos en los servicios de empleo, y otra, con 22,5 millones, dirigida a facilitar la contratación de personas en riesgo de exclusión social por parte de empresas de inserción sociolaboral, centros de inserción y entidades del tercer sector.
El plan está destinado a los municipios de la demarcación de Barcelona y a las cuatro entidades municipales descentralizadas, según un comunicado de la Diputació.
La presidenta de la Diputació de Barcelona, Mercè Conesa, destacó en la presentación del plan que se está valorando también la contratación propia por parte de los ayuntamientos, a través de los equipos de servicios sociales municipales.
Cinco mil personas
Conesa señaló que este plan "es una iniciativa que encaja con el plan de mandato de la Diputació para los próximos cuatro años", que va dirigido a cerca de 5.000 personas, en especial, a los jóvenes, con el objetivo de reducir el elevado paro juvenil.
Cada ayuntamiento tendrá libertad para fijar el número de personas que quiere contratar así como para decidir el salario, aunque la Diputació recomienda un salario de mil euros y un contrato mínimo de seis meses.
El nuevo programa prevé una línea de apoyo específica para los municipios de hasta mil habitantes, que contarán con una asignación fija y podrán pedir asistencia técnica y jurídica reforzada.