Hacia dónde va el teatro? ¿Sobre qué temas escriben los autores? ¿Qué tipo de obra interesa a directores y programadores? Estas y otras preguntas protagonizaron la redonda que sobre este género artístico se celebró en el edificio histórico del campus de la UPC a propuesta de la asociación ACTES (ex alumnos y alumnos del diploma sénior de la universidad citada).
Las cuestiones fueron lanzadas por el moderador, Agustí Humet, profesor y director teatral, para diferentes nombres reconocidos en la profesión: Carme Sansa, actriz; Enric Nolla, dramaturgo y pedagogo; Estel Solé, poeta, actriz y dramaturga; y Pep Pla, actor, director y gestor (es el director del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa, Caet). Los cuatro, que transmitieron su amor y pasión por la profesión en todo momento, dieron su punto de vista a partir de sus experiencias pero hubo puntos de encuentro en varios aspectos.
Sansa, Nolla, Solé y Pla coincidieron en señalar, por ejemplo, que hoy se hace mucho teatro y que es muy diverso tanto en temáticas como en su presentación escénica; echaron en falta más autores catalanes; reivindicaron más ayudas para el teatro y la cultura, así como la rebaja del IVA cultural que sigue en el 21 por ciento y que desde su implantación ha comportado una subida del precio de las entradas y, por tanto, un descenso de espectadores aunque cabe decir que cada vez son más las promociones tal como se reconoció desde la mesa.
El turno de reflexiones se abrió con Estel Solé, poeta, actriz y dramaturga quien consideró que "en este país sigue siendo muy difícil estrenar una obra cuando la autoría responde a un joven y es desconocido". Solé, conocida por su participación en el Festival Poético Elixir de Terrassa, no hizo estas manifestaciones al azar sino tras el periplo realizado para estrenar su ópera prima "Animals de companyia".
Tras recibir la negativa de las salas, la escritora tuvo que buscar espacios tan alternativos como los comedores de casas particulares para después saltar a Lationamérica y regresar a Barcelona, esa vez sí a la Sala Capitol de las Ramblas, donde se representa ahora en segunda temporada.
La actriz recordó que no ha inventado nada puesto que esto de llevar el teatro a los domicilios se hizo en Argentina cuando cerraron teatros por el "corralito". Enric Nolla, dramaturgo y pedagogo, que también recordó la situación de Buenos Aires, señaló que "el problema es que hay mucha oferta y demanda y todo no cabe".
Pep Pla, como director y programador del Caet, suscribió las palabras de su predecesor. "Hay un exceso de producción. Lo normal sería estrenar una obra al año y aquí se estrenan un promedio de tres". Y como muestra un botón. "Para la nueva edición del Festival TNT nos han llegado 523 propuestas y sólo nos caben 21", indicó.
Memoria histórica
En cuanto a la cartelera, Nolla se lamentó que, a pesar de tantas propuestas, no haya salas para repertorio de teatro catalán. "Aquí hay autores, como Benet i Jornet, Feliu Formosa, Guillem- Jordi Graells, Josep Pere Peyró, Lluïsa Cunillera, etc, de gran valía. Sus textos se estrenaron un día y ya está. Esto es un problema de la dramaturgia catalana que ha creado la tendencia de que el teatro debe estar en renovación constante pero para mí debería coexistir la autoría nueva con la clásica catalana".
La actriz Carme Sansa dio la razón a Nolla. "Parece que lo que se ha hecho ya no cuenta. En los años sesenta fue Ricard Salvat, después llegó el Lliure y a continuación Josep Maria Flotats". Sansa, que también reclamó espectáculos de cabaret literario musical, dijo tener la sensación de que "el teatro siempre está comenzando cuando, en realidad, para mí el teatro no será importante hasta que no le demos este valor de memoria histórica y esto se consigue haciendo reposiciones". Estel Solé también coincidió con sus compañeros de profesión de distinta generación y se lamentó que "me he perdido obras de autores con mucho talento".
