La rutina de la derrota ha sumergido al Terrassa FC en el capítulo más negro de su reciente historia. Acomplejado, destruido por sí mismo por un Caballo de Troya indescifrado y sumido en la confusión de una política deportiva nefasta, el equipo anda ya a sólo dos puntos de la zona de descenso después de su derrota en Vilafranca. Una situación que podría ser peor dado que los dos equipos que tiene por detrás (Rubí y Morell) deben jugar entre sí el partido aplazado que han fijado para Semana Santa. El escenario es dantesco, impensable hace unas semanas cuando el consejo de administración decidió jugar a tomar decisiones de riesgo, eliminando un proyecto de mínimos que funcionaba y accionando una ruleta rusa de consecuencias nefastas. Ahora le han encargado a Toni Rodríguez deshacer el desaguisado, después de ir improvisando soluciones alternativas en los últimos días.
Toni Rodríguez se estrenó en Vilafranca, aunque sin saber en ese momento si él era la apuesta definitiva o un remedio provisional. No se pudo ni sentar en el banquillo y unos metros detrás de él tenía a uno de los técnicos contactados, el ex futbolista Antonio Hidalgo. El técnico egarense ordenó el equipo con el propósito de desactivar los puntos fuertes de un rival formidable, exuberante en la faceta ofensiva y con una racha de resultados impecable: ocho victorias, una derrota y un empate en los diez últimos partidos. La principal novedad en la alineación fue la posición de Joan Grasa como delantero centro, situando a Víctor Merchán en la media punta. Otra de las variantes fue obligada, dado que Marc Burgos figuraba en la alineación como acompañante de Adri Gimeno en el doble pivote. Pero Burgos se resintió de sus molestias en el calentamiento y no pudo jugar. Xapi Arnau, que iba a actuar inicialmente como lateral derecho, pasó al centro del campo y Chele del banquillo al lateral derecho.
Buen orden
Gobernar el partido en las circunstancias actuales no parecía un requerimiento exigible para el Terrassa, abandonado hasta por la fortuna en estos momentos. El fútbol se rige en buena medida por dinámicas y el sentido de las mismas marca las realidades de unos y de otros. El Vilafranca aprovechó la suya para remontar el partido en la segunda parte con un segundo gol a cinco minutos del final, en un espléndido remate de ese mito del fútbol catalán que es Santi Triguero. El Terrassa, en cambio, pudo haber empatado en la última acción pero Estrada tocó el balón con el pecho casi en la línea de gol y el mismo se marchó por encima del larguero, la posibilidad más difícil.
Los egarenses cuajaron una primera parte esperanzadora, con un fútbol organizado y bien estructurado en la faceta defensiva. Su principal déficit, ya conocido, residió en las acciones a balón parado, una auténtica pesadilla. El Vilafranca generó sus mejores ocasiones en dos córner, uno que Castillo envió al travesaño y otro que Fonta remató junto al poste. El Terrassa, que avisó con un remate de Maldonado que casi sorprendió a Miguel Ramos, se adelantó a cinco minutos del descanso gracias a un buen disparo de Adri desde la frontal del área.
El Vilafranca acentuó su apuesta ofensiva en la segunda parte, ya menos sujeto al control del Terrassa y arriesgando en cada una de sus acciones. Empató pronto, en el minuto 56 por mediación de Medina en un saque de esquina, y acumuló méritos para ponerse por delante ante un rival con menos aire y con un futbolista menos por la expulsión de Xapi Arnau. Illescas estrelló un balón en el travesaño, Morales impidió el gol de Triguero en una magnífica intervención, y Bueno obligó a Chele a abortar un centro de mucho peligro. Hasta que a cinco minutos del final un balón sin aparente peligro quedó suelto al borde del área y Santi Triguero lo envió al fondo del marco con un disparo excelente.
El Terrassa arriesgó en los últimos minutos y en ese escenario estuvo a punto de encajar el tercer gol. Bernat envió otro balón al larguero y Oribe dirigió una vaselina fuera en una posición inmejorable. Hasta que los últimos arreones del Terrassa casi le dan el premio en la última jugada, con el golpe de pecho de Estrada que salió por encima del larguero.
VILAFRANCA. Miguel Ramos, Durán, Vía, Fonta, Joan Castillo, Medina, Ayala, Oribe, Guti, Illescas y Santi Triguero. Gestí sustituyó a Guti en el minuto 57; Bueno a Illescas en el 61; Bernat por Ayala en el 77.
TERRASSA FC. Carlos Morales, Xapi Arnau, Javi González, Jou, Borges, Chele, Maldonado, Adri Gimeno, Joan Grasa, Merchán y Boniquet. Ángel sustituyó a Boniquet en el minuto 76; Estrada por Joan Grasa en el 79, Carles Güell por Adri en el 88.
Árbitro. Álex Gómez Meneses. Amonestó a Durán, Illescas, Joan Grasa, Jou, Merchán, Boniquet, Estrada. Expulsó a Xapi Arnau en el minuto 69 por doble amonestación.
Goles. 0-1, minuto 40, Adri; 1-1, minuto 56, Medina; 2.1, minuto 85, Santi Triguero.
