El fichaje de un nuevo entrenador en el Terrassa FC no se resolvió ayer como era previsible. Las negociaciones que llevó a cabo el club, con el presidente Jordi Cuesta a la cabeza, no tuvieron resultado positivo y en este momento es una incógnita quién será el sustituto de José Luis Duque en el banquillo. Duque fue destituido el jueves después de una racha de ocho jornadas sin conocer el triunfo, período en el que únicamente ha sumado dos puntos. Aunque el club barajó la opción de que fuese el propio Duque quien se sentase en el banquillo, la negativa de éste a protagonizar otro capítulo esperpéntico abortó dicha posibilidad. Toni Rodríguez, entrenador del Terrassa “B”, será quien dirigirá al equipo el domingo en el campo del Vilafranca. Rodríguez ya fue el encargado de llevar a cabo el entrenamiento de la plantilla este viernes, el único día en que el equipo ha podido preparar el partido ante el conjunto más en forma de la competición.
La primera opción del club era el fichaje del técnico terrassense Miquel Olmo, la persona consensuada por el consejo de administración como la más adecuada para salvar la crisis actual y capitanear un proyecto de futuro más sólido de cara a la próxima temporada. Después de que las dos partes negociasen el jueves por la noche y ayer mismo en un segundo encuentro, la operación no ha avanzado en la dirección esperada. Existen diferencias notables y Miquel Olmo parece alejarse del banquillo de la primera plantilla del Terrassa. Aunque el presidente del Terrassa señaló que las negociaciones no están rotas, parece imposible que la situación se pueda reconducir. Existen diferencias notables tanto a la hora de compartir un proyecto deportivo consensuado como en el tiempo de duración del acuerdo, el punto que no parece convencer al club después de la experiencia en este sentido con David Pirri, a quien se firmó un contrato de cuatro temporadas como responsable del fútbol base.
Operación congelada
A última hora de ayer, esas diferencias en todos los sentidos convertían en prácticamente inviable la opción de Miquel Olmo al banquillo egarense. De hecho, el técnico local quería establecer garantías en todas las áreas y contar con su equipo de trabajo debido al esfuerzo que realizaba por entrenar en Tercera División, opción que sólo contempla en el caso de que el equipo sea el Terrassa. Las últimas experiencias de Miquel Olmo en la faceta técnica se han desarrollado en Segunda División “A” con el Sabadell y en la Primera División de Barhrein.
Ese escenario abre otras opciones que los responsables del club también se reservaban en el supuesto de que la negociación con Miquel Olmo no cristalizase. Ayer mismo el club abrió nuevas vías con el fin de encontrar un sustituto lo antes posible. El consejo de administración quiere un técnico de prestigio que pueda liderar el vestuario en un momento especialmente delicado y después de que se hayan producido ya dos destituciones en lo que va de temporada. Tras la salida de David Pirri, José Luis Duque ha corrido la misma suerte y el Terrassa se ha situado en una posición extremadamente delicada en plaza de descenso compensado.
Y mientras la situación en el club sigue siendo caótica a nivel deportivo, el equipo afronta el domingo otro partido de la máxima trascendencia en el campo del Vilafranca. Con un entrenador interino y sin saber quien estará al frente de la plantilla en el tramo final de la temporada en la que estará en juego el futuro deportivo del Terrassa FC.
