Asfixiado por una crisis deportiva sin precedentes, el Terrassa FC ha ido perdiendo por el camino su personalidad, su libro de estilo y hasta la paciencia. Habiéndose quedado sin fútbol, el equipo anda aferrado al resultadismo como único argumento válido. Pero ni el marcador salva desde hace diez jornadas. Ayer volvió a perder, la cuarta derrota consecutiva. Y cedió otra plaza en la clasificación, ya es decimoséptimo. Ahora mismo un descenso compensado lo enviaría a Primera Catalana. Un desastre sin precedentes que amenaza la estabilidad de la propia institución.
La derrota de ayer confirmó los peores presagios. Confirmó el estado moribundo de este equipo, incapaz de dar una respuesta adecuada a tanto despropósito, desangrándose a cada semana que se consume del campeonato como un enfermo terminal. Ayer incluso la grada estalló contra la situación, aparcando la comprensión de otras semanas. Hasta se oyeron gritos en favor de David Pirri, el entrenador defenestrado cuando estaba a cuatro puntos de la promoción. Todo un aviso para el consejo de administración.
José Luis Duque apostó por la persistencia a la hora de confeccionar su equipo titular. Hizo dos cambios, dando entrada a Xapi Arnau y Estrada, pero como consecuencia del estado físico de Jou y Óscarl lesionados en Cerdanyola. El dibujo táctico fue el mismo, un 4-2-3-1, y nueve de los once futbolistas iniciales también. Una muestra de que su lectura del último partido encerraba más aspectos positivos que negativos.
Cinco minutos
El Terrassa empezó a todo trapo, sabedor de lo que había en juego. Imprimió ritmo, velocidad y agresividad, arrinconando al Ascó a base de buena actitud. Incluso generó una situación de peligro interesante, en un pase de Maldonado al que no llegó Estrada. Pero esa ducha de estímulos duró apenas cinco minutos. La velocidad se convirtió en un fútbol atropellado, la ansiedad generó desorganización y los errores empezaron a acumularse, uno tras otro, mientras empezaban a primar los pelotazos sin sentido y en la grada se empezaban a escuchar los primeros reproches. El Ascó sacó partido de su buena presión, aunque tampoco anduvo sobrado de buen fútbol. Sólo destacó un disparo de Guiu que salió por encima del travesaño de Morales. El Terrassa apenas llegó a las inmediaciones de Manolo en otra oportunidad, una contra conducida por Joan Grasa que finalizó con un disparo muy potente de Estrada desde fuera del área que salió muy cerca del poste del marco visitante impulsado por el viento.
Duque varió el dibujo en el segundo tiempo, pasando a un 4-3-3 con Boniquet en el centro del campo. Mejoró el Terrassa, aunque tampoco para demasiadas fiestas. Las dudas le impidieron imponer su fútbol hasta tal punto que fue el Ascó quien estuvo más cerca del gol en un disparo de Bertomeu que atrapó Morales en una estética parada. El Terrassa contestó en una acción embarullada que acabó en un remate de Güell que rebotó en un defensa.
El partido estalló a tres minutos del final, cuando Guiu transformó el único gol del partido. Fue la estocada final para un equipo sin soluciones, enterrado por su propia incapacidad, desalmado y sin encontrar la dirección adecuada en este tramo determinante.
Ficha técnica
Terrassa FC: 0
Ascó 1
Terrassa FC. Carlos Morales, Chele, Xapi Arnau, Javi González, Borges, Adri Gimeno, Grasa, Maldonado, Estrada, Burgos y Boniquet. Güell y Óscar sustituyeron a Burgos y Maldonado en el minuto 59; Merchán por Boniquet en el minuto 74.
FC Ascó. Manolo, Adrià Gallego, De Nova, Joel Coch, José Ramón, Godía, Roiger, Massana, Bertomeu, Guiu y Argilaga. Edu Vives suplió a José Ramón en el minuto 69; Cristino a Roger en el 79; y Socías a Bertomeu en el 85.
Árbitro. Gerard Castellet Julià. Amonestó a Bertomeu, Estrada. Expulsó en el minuto 90 a Óscar.
Gol. 0-1, minuto 87 Guiu.
Público. Unos doscientos espectadores en el Camp Olímpic.