El alcalde de Girona, Albert Ballesta, ha descartado hoy presentar la dimisión después de que la falta de acuerdo con otros grupos municipales le haya dejado sin salario y sin aprobación de equipo de Gobierno, al tiempo que ha puntualizado que él no es un “pesetero”.
Ballesta (CiU) había alcanzado un acuerdo inicial con Ciudadanos y PP para aprobar en el pleno municipal de ayer una modificación del salario del alcalde, ya que el antecesor en el cargo, el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, había optado por renunciar al sueldo como primer edil gerundense y cobrar el de diputado autonómico
Tras modificar Ciudadanos su postura inicial, los grupos municipales tumbaron ayer la propuesta de Ballesta de percibir un salario de 68.500 euros anuales, pese a que el alcalde gerundense aseguró que cobraría más si recuperase su plaza de funcionario autonómico y que, por tanto, no es una persona que se mueva por el dinero.
Albert Ballesta ha anunciado hoy que abre un “periodo de reflexión” para analizar todo lo sucedido con el objetivo de “redirigir la situación”.
Ballesta, que figuraba en el puesto decimonoveno en la lista de CiU en las elecciones municipales y al que el nombramiento de Carles Puigdemont como presidente catalán aupó a la alcaldía, ha insistido en que su única motivación es la de prestarle “un servicio” a la ciudad.
En todo caso, el sucesor de Puigdemont admite que el pleno de ayer “no acabó bien” y que, “posiblemente, se han producido diversos errores por parte de todos”.
El periodo de reflexión que abre ahora carece de fechas límite para que se concreten acuerdos que permitan aprobar tanto el nuevo sueldo del alcalde como la reorganización que propone de la estructura municipal.
Albert Ballesta, tras esta afirmación, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, porque “el ayuntamiento está trabajando y funciona”.
“No me quiero precipitar”, ha indicado Ballesta, quien vio ayer como Ciudadanos rompía el pacto al que había llegado con este partido y con el PP.
El equipo de gobierno, a través de su portavoz, Carles Ribas, ha reconocido siempre que el socio prioritario para un pacto sería el grupo ERC-MES, aunque el alcalde descarta que intervengan las direcciones de los partidos para forzar un acuerdo y ha puntualizado que “la batuta” en todo este asunto se ha llevado siempre “desde Girona”.
Albert Ballesta ha reivindicado también el soberanismo que forma parte “del ADN de su formación”, y ha recordado que Ciudadanos le hubiese brindado su apoyo de haber renunciado a que el consistorio forme parte de la Asociación de Municipios por la Independencia.
“Hay líneas rojas que este ayuntamiento no planteará”, ha destacado Ballesta, antes de abrir este plazo sin fechas para negociar la aprobación del salario del alcalde y del equipo de Gobierno.