El entrenador del Terrassa FC, José Luis Duque, apareció ante los medios de comunicación afectado por la derrota encajada por su equipo. Un talante bien distinto al mostrado una semana antes en el campo del Sant Andreu, donde adoptó un duro discurso contra la actitud de una parte de su plantilla. Pese a ello, el técnico se mostró convencido de sacar al equipo de la situación actual. "Tengo que trabajar hasta el último minuto. Por trabajo no va a ser, siempre lo he dicho. Tengo que ser fuerte ante los resultados adversos. Estoy aquí para trabajar hasta que el club decida", explicó. "Puedo hacerlo mejor, debo hacerlo y creo que voy a hacerlo. Hay que convencer a los jugadores de que podemos ganar partidos." El técnico lamentó este nuevo tropiezo por los aficionados. "Me da mucha pena que la gente que nos sigue se lleve otro disgusto."
Duque explicó los aspectos mejorables. "Sigo pensando que psicológicamente este equipo necesita algo más, creer en lo que hace. El fútbol tiene que ser mucho más intenso." En todo caso, pidió confianza para sus futbolistas. "Hay que creer en estos jugadores que han llegado. Estamos en una situación delicada, pero ahora hay que seguir arrimando el hombro. A los aficionados les doy las gracias y les pido que sigan creyendo porque lo sacaremos adelante."
En todo caso, el entrenador del Terrassa reconoció que los números son negativos. "Son números muy malos. Tenemos que asumir responsabilidades y no bajar los brazos. Ahora el objetivo es sumar cuanto antes los puntos que nos den la salvación y no pensar en lo que podría haber sido."
Duque no tuvo inconveniente en admitir el mal juego del Terrassa. "Ha sido un partido espeso, el peor de los que llevo dirigiendo al equipo sin contar Peralada. No hemos estado a la altura del partido. Los primeros veinte minutos hemos estado cerca de su área pero poco a poco nos han ido comiendo terreno con su manera de defendernos. No hemos dado la velocidad que necesitaba el partido."
Un escenario distinto
Antonio Escudero, entrenador de la Montañesa, señaló que el triunfo de su equipo en el Camp Olímpic "es importantísimo" para el futuro del conjunto de Nou Barris, instalado en la zona de promoción de ascenso. "Es para sentirse muy satisfechos porque no es nada fácil ganar en un estadio como este. El equipo lo ha dado todo pese a las bajas que traíamos y sólo tengo palabras de elogio para mis jugadores. Con esta victoria nos hemos asegurado la permanencia, que era el primer objetivo de la temporada." En todo caso, las miras del equipo son ahora más ambiciosas. "Soñar no cuesta nada. Hay que creer y hacer un esfuerzo."
Entre los jugadores del Terrassa, el sentimiento predominante era el de frustración. "Cuando no ganas es lógico que el jugador esté tocado. Pero hay que mirar adelante e intentar ganar el siguiente partido. No nos queda otra", explicó el portero Carlos Morales. "Hay que ir partido a partido y superar este mal momento."
Marc Burgos, que jugó su primer partido como titular, recordó que la categoría es muy exigente. "Nos hemos encontrado de golpe en la zona de peligro y ahora no hay más remedio que olvidar este tropiezo, corregir errores y ganar el próximo partido. El fútbol son dinámicas, y ahora mismo estamos en una negativa que hay que cambiar." Burgos añadió que la carga psicológica es normal en este tipo de situaciones. "Todo el mundo se mete presión para hacerlo bien, pero cuando no puedes contrarrestar los argumentos del rival te vienes abajo. Seguramente si ganamos un partido cogeremos moral y veremos que somos capaces de sacar esto adelante. Necesitamos una victoria".
