Terrassa

Guadalupe Iglesias explica su experiencia con su “ojo biónico” en la UPC

El Centro Universitario de la Visión (CUV) situado en el campus en Terrassa de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) participa en la rehabilitación de dos pacientes a los cuales se les ha implantado el ojo biónico Argus II. Una de esas pacientes es Guadalupe Iglesias, de 54 años, que esta mañana ha explicado en el CUV la experiencia que ha vivido desde que le realizaron el implante. “Estoy feliz porque cada día que pasa veo algo más”, ha asegurado esta madrileña que acudirá a Terrassa periódicamente para llevar a cabo su rehabilitación.

El Implante biomédico Argus II consta de unas gafas con una microcámara en el puente que graba lo que hay delante de la persona, enviando las imágenes a un ordenador que las procesa y luego las remite al cerebro, gracias al chip electroestimulador que se implanta alrededor de la retina. Estas nuevas capacidades se aprovechan en el proceso de rehabilitación para que el paciente sea capaz de identificar movimientos y, por tanto, reconozca letras o espacios, si la pantalla de la televisión está encendida o no, si hay una ventana, o incluso para reconocer a sus familiares.

Guadalupe ha contado que ve contrastes, blancos y negros, luces y sombras, grises, cuando antes todo era oscuridad: “El primer día que me puse las gafas en mi casa, sólo veía unas manchas blancas por todos lados. Ahora ya comienzo a percibir contornos. Sé distinguir, por ejemplo, el cuadro que tengo encima del sofá”.

El Centro Universitario de la Visión está vinculado a la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT). En la rehabilitación de los pacientes también participa la empresa IMEX.

Las intervenciones las ha llevado a cabo el cirujano Jeroni Nadal, del Centro de Oftalmología Barraquer, y el implante biomédico está diseñado para restaurar parcialmente la visión funcional de personas que han perdido la vista debido a una enfermedad degenerativa de la retina. El centro asegura que los dos pacientes evolucionan “satisfactoriamente” y están en “pleno proceso” de rehabilitación.

El objetivo es proporcionar una herramienta más para mejorar las actividades de su vida diaria y, tras la operación de implante de este sistema, los pacientes se someten a una rehabilitación de diez sesiones durante seis meses que se desarrollan entre la Clínica Barraquer y el CUV.

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