Un 20 % de las solicitudes de tratamiento por adicción al juego que llegan a las asociaciones “tienen como perfil a usuarios menores de 35 años y con adición al juego por Internet”, según el presidente de la Asociación de Centros Catalanes de Adicciones Sociales (Acencas), Francesc Perendreu.
La asociación celebra hoy en el Museo Marítimo de Barcelona su congreso anual, en el que Perendreu ha puesto de manifiesto que son los padres de menores los que cada vez piden más ayuda.
Por este motivo, el presidente de Acencas ha hecho un llamamiento a todos los implicados en el mundo del juego, desde la administración a las empresas, “para promover la educación en el juego desde la familia y la escuela”.
“El aumento de los juegos en 3D, los contenidos descargables y la evolución de la gamificación en las empresas para captar, retener y fidelizar clientes dibuja un escenario muy bueno para la industria del juego, desarrolladores y fabricantes, pero muy preocupante para entidades como Acencas por el aumento del problema social que puede conllevar”, ha advertido Perendreu.
Por su parte, la doctora en Psicología y coordinadora de la Unidad de Juego Patológico y Adicciones no tóxicas del Consorcio Sanitario de Terrassa, Nuria Aragay, ha destacado que “las propias características de la adolescencia generan una vulnerabilidad para las adiciones”.
“Las TIC han desarrollado un gran mercado del juego con terminales y videojuegos cada vez más avanzados y atractivos, con un gran potencial adictivo”, ha alertado Aragay.
La vicepresidenta del Foro de Entidades de las Personas Usuarias del Audiovisual del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), María José Solé, ha responsabilizado a las administraciones ante la falta de una regulación que ponga límites a la publicidad de los juegos de azar en línea y ha reclamado una legislación sobre publicidad de juegos de azar que sea de aplicación obligatoria.
En su intervención, el presidente de la Federación Europea del Juego y el Entretenimiento (Euromat), Eduardo Antoja, ha pedido que “todas las empresas del sector del juego deberían tener un Plan de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) adaptado a la realidad legal y social de cada jurisdicción, con el fin de comprometerse en la protección del ciudadano”.
