El año 2016 pasará a la historia del Atlètic Terrassa Hockey Club como el de la modernización del club. Igual que 1969 fue el año de la llegada a Can Salas y 1995 el de la construcción de las actuales oficinas, esta semana se ha puesta la primera piedra para la modernización de un club que se hallaba, en palabras de su presidente, Josep Maria Biosca, en una situación de estancamiento. Tras diez meses de intenso trabajo, la directiva consiguió aprobar el pasado jueves con un 95% de votos a favor, 1,4% en contra y 3,6 en blanco la puesta en marcha del ambicioso Pla Estratègic 2016-2020.
Con un “sí” rotundo de la masa social (medio millar de socios acudieron a la asamblea extraordinaria celebrada en el Centre Cultural), el Atlètic ha puesto ya en marcha su nueva hoja de ruta, que incluye una inversión estimada de tres millones de euros en los cinco próximos años para mejorar las instalaciones. Pero no sólo para eso. El Pla Estratègic que se aprobó el jueves supone un paso al frente para aumentar la masa social, insistir en la excelencia deportiva y convertir el Atlètic en un club de referencia.
La necesidad de crecer
“Tras la crisis de 2008, el club se encuentra ahora en un momento de equilibrio. Pero no podemos parar aquí. Tenemos urgencias y necesidades de mejora que nos apremian y a las que haremos frente. Este plan responde a la necesidad de reactivar la rueda de los ingresos”. Así explicó ayer el director general del club, Oriol Cortada, su impresión del Pla Estratègic. Cortada fue el encargado de presentarlo el jueves en el Centre Cultural junto al directivo Òscar Pallarols. Les secundaron el presidente Josep Maria Biosca, el vicepresidente Miquel de Paz y el secretario Joan Castelló.
La génesis del Pla Estratègic reside en la detección de las fortalezas y debilidades del momento actual de la entidad. Se define a sí mismo como un club de prestigio y tradición, orientado a la familia, con valores, sentimiento de pertenencia, que es un referente deportivo y dispone de un entorno natural único. En el otro lado de la balanza se observan unas finanzas débiles, falta de capacidades de gestión, baja valoración de la condición de socio, falta de servicios y un parque deportivo con deficiencias. Para resolver los pasivos y fortalecer los activos, el club ha decidido aplicar este paquete de inversiones y actuaciones que deben permitirle posicionarse de nuevo en el mercado y alcanzar su principal objetivo: mejorar el servicio que ofrece a sus abonados, captar otros nuevos y ofrecer a todos ellos una propuesta competitiva y de calidad. Una de las primeras medidas será la contratación de un director comercial.
Se han elaborado siete líneas estratégicas con propuestas concretas en cada una de ellas y perfectamente engranadas: captación de nuevos socios y fidelización de los actuales, oferta de nuevos servicios, mejora del servicio deportivo, promoción de actividades sociales, nuevas capacidades para la gestión, reforma del parque deportivo y un nuevo modelo de cuotas.
Cuatro fases de ejecución
Todo el proceso de implantación del Pla Estratègic se ha estructurado en cuatro fases. La primera comenzará este mes y alcanzará hasta noviembre. Contempla la ejecución de 40 actuaciones en diferentes ámbitos. Será cuando se pongan en marcha algunas de las principales obras, mejoras y cambios. La segunda fase comenzará en octubre de este mismo año e incluirá la aplicación del nuevo modelo de cuotas, una gran apuesta por el fitness y las actividades dirigidas, así como otro tipo de novedades.
En función de la evolución de estas dos primeras fases, la capacidad de captación de nuevos socios y la posibilidad de financiación de la entidad se abordarán la tercera y la cuarta fase. Está previsto que el plan finalice a finales del año 2020, pero en función de las circunstancias podría darse por finalizado dos años antes o dos años después.
No se trata, sin embargo, de una mera declaración de intenciones. Este proyecto de crecimiento sostenido de la entidad de Can Salas tiene ya financiación. Se emplearán 3 millones de euros en el transcurso de cinco años (2 millones en inversiones y 1 millón en la mejora de los servicios durante la segunda fase del plan). La financiación llegará de diferentes entidades, como el Consejo Superior de Deportes (el préstamo de 333.000 euros para cambiar el césped, una obra ya realizada), los 250.000 del Institut Català de Finances o los 100.000 euros de créditos que aportan los bancos, además de los 300 millones que aportará la inmobiliaria de la entidad. Para las dos últimas fases están previstos otros créditos por valor de unos 400 millones de euros. Todo ello se sustentará sobre el compromiso de los socios con el nuevo modelo de cuotas y con la necesidad de captar 200 socios en 3 años o 500 en 5, según el estudio elaborado por la comisión de 40 socios y profesionales del club que ha dedicado más de 600 horas de intenso y metódico trabajo a desarrollar este ambicioso plan.
Biosca, muy optimista
Josep Maria Biosca, presidente de la entidad, se muestra tremendamente ilusionado ante las perspectivas de futuro que ofrece el plan aprobado el jueves. Biosca optará este mismo año a la reelección y se siente con fuerzas para liderar este ambicioso proceso de cambio. “No hemos dejado nada al azar. Todo se ha hecho de forma perfectamente medida. Necesitamos seguir buscando la excelencia deportiva a todos los niveles y dar un paso al frente como club, ofreciendo a nuestros socios los servicios que se merecen. El año pasado triplicamos el número de niños de la escuela. El Atlètic está más vivo que nunca. Damos este paso para consolidar y asegurar el futuro del club”, dice.