Delphi, fabricante de bombas de inyección para la automoción, tiene intención de cesar la producción en la planta de Sant Cugat del Vallès finales de este año. La factoría, que se implantó en esta localidad hace medio siglo, emplea en la actualidad a más de 540 trabajadores. Jordi Arnaiz, secretario general de CCOO d´Indústria del Vallès Occidental-Catalunya Central, explicó a Diari de Terrassa que la empresa comunicó ayer por la mañana a los sindicatos su decisión, y que la continuidad del empleo pasa por encontrar una “alternativa industrial” a Delphi.
Para 2017, la multinacional norteamericana no ha asignado “ninguna carga de trabajo ni proyectos” a esta planta vallesana, por lo que si no surge una alternativa reindustrializadora no habrá más remedio, dice Arnaiz, de “negociar los despidos de la plantilla”. En cualquier caso, la postura de CCOO es exigir que la compañía dé “marcha atrás” en su decisión y que abra un proceso negociador para buscar esa alternativa “industrial al cierre que permita garantizar la continuidad de la planta”. Según Arnaiz, “es igual que sea una empresa o cinco con actividades diferentes las que vengan aquí. El caso es mantener la actividad y el empleo”.
Pérdida de competitividad
La dirección argumenta que los motivos que justifican esta decisión son el entorno económico y de negocio, que no permiten que la planta sea competitiva, lo que le ha llevado a perder proyectos frente a otros competidores, los costes estructurales de la factoría, y la falta de suficiente carga de trabajo para mantener la actividad. Arnaiz, sin embargo, afirma que es una “deslocalización” en toda regla. En este sentido, recuerda que Delphi implantó una factoría en Rumanía hace cinco años y que sólo hace un año y medio hizo lo mismo en China. “Los nuevos productos de Delphi no se han asignado a Sant Cugat”. En Rumanía “ya tienen capacidad de fabricación. Buscan más rentabilidad en los productos y fabricar en zonas con menores costes”, dice este sindicalista. A finales del año pasado, el comité de empresa ya manifestó su preocupación por el futuro de la factoría debido a que los principales clientes, Renault y Daimler, habían reducido sus pedidos.
Conscientes del impacto
La compañía ayer manifestó que es consciente del impacto de esta medida y trasladó su intención de colaborar con los sindicatos para alcanzar un acuerdo que minimice los efectos negativos. También afirmó que trabajará para fomentar la reindustrialización de la planta. En este sentido, la multinacional contrató a finales de 2015 a una empresa especializada para buscar alternativas industriales. “Ha habido algunas visitas a la planta de personas interesadas; existen conversaciones con algunas empresas”, dice Jordi Arnaiz.
Durante el día de ayer, el comité de empresa convocó asambleas informativas en los diferentes turnos de trabajo para explicar la situación al conjunto de trabajadores y trabajadoras y plantear posibles movilizaciones.
La planta de Sant Cugat, que emplea a también a unos cien trabajadores indirectos, está instalada en Santa Cugat del Vallès desde 1962, y aunque en todo este tiempo ha habido expedientes de regulación de empleo, huelgas y reivindicaciones, nunca se había estudiado la posibilidad de cerrarla.
Pero la multinacional norteamericana ha priorizado en los últimos tiempos sus fábricas en Europa del Este y Asia. Con ello, la factoría santcugatense ha ido perdiendo actividad poco a poco. Las instalaciones llegaron a tener más de 1.000 trabajadores. No obstante, sucesivos ERE redujeron la plantilla. El último fue en 2013 y se aplicó a 170 trabajadores. Delphi tiene en España cuatro plantas: Sant Cugat del Vallès, Sant Vicenç dels Horts, Zaragoza y Pamplona.