“El renacido”, de Alejandro González Iñárritu, es un western de aventuras y supervivencia que ha conseguido nada menos que doce candidaturas a los Oscar, algunas de ellas la mar de merecidas. Se inspira en la historia real de un cazador que en 1820 fue abandonado a su suerte después de sufrir el ataque de una osa y tuvo que recorrer más de 300 kilómetros, herido y a través de territorio hostil, para regresar a la civilización y enfrentarse al hombre que asesinó a su hijo. Aun suponiendo que al final no gane ningún Oscar pasará a la historia del cine por la durísima secuencia del ataque, tan bien hecha, tan realista y tan terrorífica que produce asombro –nadie diría que la osa es digital– y escalofríos. También son dignas de recuerdo la insólita escena del caballo y la batalla inicial en plano-secuencia. “El renacido” forma parte de este “renacer”, valga la redundancia, del western que en los últimos meses nos ha regalado títulos como “Deuda de honor”, “Slow West”, “Los odiosos 8” o “The salvation”, desmitificando el género y ofreciendo la cara más brutal de los habitantes del llamado “salvaje Oeste”. “El renacido” combina épica e intimismo y narra un viaje que es tanto físico como psicológico ya que no solo enfrenta al hombre con la Naturaleza sino que analiza además el proceso de transformación interior del protagonista y explora lo mejor y lo peor del ser humano.
El actor Leonardo DiCaprio borda el papel protagonista y aguanta él solo buena parte del peso del film. Hasta la fecha ha obtenido 21 premios (uno de ellos, humorístico, compartido con la osa) por este trabajo. A ver si le dan el Oscar de una vez, que se lo merece y la Academia lleva 22 años negándoselo. Ésta es su sexta “nominación”. Sus compañeros de reparto Tom Hardy y Will Poulter también efectúan grandes interpretaciones pero salen mucho menos. Otros aspectos en los que brilla la película son la fotografía –se ha rodado toda exclusivamente con luz natural–, la banda sonora, el maquillaje y los efectos especiales, amén de estar filmada en unos paisajes impresionantes (el parque de Yellowstone, Tierra de Fuego y Canadá) de los que se saca enorme partido. Por otra parte, el ritmo es fluido y las dos horas y media de metraje no llegan a hacerse largas. El problema reside en que Iñárritu a veces se pasa de efectista y llega a caer en el “gore”, lo que impide que el film sea redondo del todo. Recordemos que esta historia ya había sido adaptada anteriormente al cine en “El hombre de una tierra salvaje” en 1971 y había sido un proyecto nunca rodado de Park Chan-wook y John Hillcoat.
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall Gleeson, Forrest Goodluck. (Cinesa).
“Carol”, de Todd Haynes, es un elegante melodrama que fue ovacionado en el festival de Cannes y hasta ahora lleva ganados más de cuarenta premios. Además, está “nominado” a seis Oscar pero no en los apartados de película y director, lo cual constituye una injusticia flagrante. La película se basa en una novela que Patricia Highsmith publicó en 1952 bajo el pseudónimo de Claire Morgan –se reeditó con su nombre en 1990– y se inspira en hechos reales. Narra una historia de amor prohibido entre dos mujeres en los años 50 cuando la homosexualidad era un delito. Una mujer en proceso de divorcio se enamora de una chica joven y su marido lo utiliza para arrebatarle la custodia de su hija. A partir de un guion que Phyllis Nagy (una escritora amiga de Highsmith) tenía redactado desde 1996, Todd Haynes ha construido un film muy sutil, sensible (pero jamás sensiblero), profundo y sensorial que describe de forma minuciosa un proceso de enamoramiento. Es una película de sensaciones y sentimientos, de gestos y miradas, de múltiples matices, pero también es el retrato de una época, recreada de forma muy convincente. La ambientación, el vestuario y la fotografía son exquisitos. Por otra parte, no se trata sólo de un film lésbico ya que cualquier espectador, sea cual sea su tendencia sexual, puede identificarse con lo que sienten y experimentan las protagonistas. Éstas están interpretadas por dos actrices tan maravillosas como Cate Blanchett y Rooney Mara –ésta última premiada en Cannes–, cuya química traspasa la pantalla. La curiosidad es que en la novela toda la historia estaba contada por Therese (Rooney Mara) mientras que en la película se alternan los puntos de vista de ambos personajes. La anécdota es que Rooney Mara aparece unos cuantos minutos más en pantalla que Cate Blanchett pero ha sido “nominada” al Oscar como secundaria y, en cambio, Blanchett lo ha sido como protagonista, rarezas de la Academia.
Intérpretes: Cate Blanchett, Rooney Mara, Kyle Chandler, Jake Lacy. (Catalunya VOSE y doblada y Cinesa).
“Com canviar el món”, de Jerry Rothwell, es un documental sobre Greenpeace que cuenta los orígenes de esta organización de carácter ecologista. Contiene imágenes inéditas, material de archivo y numerosos testimonios. El hilo conductor de la cinta son los artículos de un periodista canadiense, Bob Hunter, a quien presta la voz el actor Barry Pepper ya que Hunter falleció en 2005. El director ha invertido aproximadamente una década en la preparación del film, del que también es guionista. Ha obtenido cuatro premios, uno de ellos en el festival de Sundance, así como excelentes críticas. La proyección forma parte del ciclo El Documental del Mes. Documental. (Filmoteca, Club Catalunya, miércoles noche, VOSC).