En la actualidad, el 35 por ciento de los fallecidos en España es incinerado, la mayoría en las zonas urbanas, aunque se calcula que en diez años este porcentaje ascenderá al 60-70 por ciento, según la asociación nacional de servicios funerarios Panasef.
España es el país europeo con mayor número de crematorios, 359, a pesar de contar con un porcentaje relativamente bajo de incineraciones frente a otros Estados.
Las empresas funerarias españolas han invertido más de 800 millones de euros en hornos crematorios en los últimos veinte años para responder al creciente aumento de las incineraciones en España, destaca el presidente de Panasef, Juan Vicente Sánchez-Araña.
La asociación precisa en un comunicado que España puede cubrir la demanda futura de incineraciones con el número de hornos crematorios existentes a día de hoy.
Inglaterra es el país de la Unión Europea (UE) con un mayor porcentaje de cremaciones, un 75 por ciento, a pesar de lo cual, cuenta con 270 hornos, un número inferior al español.
Alemania (165 hornos), Francia (163), Italia (66) y Portugal (18) tienen unos porcentajes de incineraciones del 54, 34, 18 y 53 por ciento, respectivamente, indica Panasef.
En España, uno de cada cuatro crematorios está en Andalucía (89 hornos), seguida por Catalunya (48), Comunidad Valenciana (33), Castilla y León (31) y Madrid (28).
En el extremo opuesto, las regiones con menor número de crematorios son Melilla (1), Ceuta (2), La Rioja (3) y Cantabria y Navarra (ambas con 4).
Las comunidades autónomas con mayor número de crematorios son las que mayor número de fallecidos tienen anualmente.
En España, operan unas 1.700 empresas de servicios funerarios, que emplean a 9.500 trabajadores y tienen una facturación global de unos 1.600 millones de euros.
