La adhesión de Terrassa (más de 215.000 habitantes) a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) se convirtió en un arma arrojadiza recurrente contra el PSC en las últimas dos elecciones. Una incorporación, a su vez, todo un emblema para la entidad independentista en la que, aunque suma 784 municipios, abundan los de pequeñas dimensiones. Pero tras más de seis meses de su incorporación, el consistorio aún no ha pagado todavía la cuota obligatoria, según confirman fuentes municipales. Fuentes que no precisan cuándo se producirá el pago o si este finalmente se hará.
Los estatutos de la AMI recogen como deber del asociado “contribuir al apoyo económico de la asociación satisfaciendo, al menos, la cuota establecida”. Una cuota, explican fuentes de la asociación, que parte de un mínimo de 75 euros y que, luego, se establece en función de la población de los municipios: Montras con unos 1700 habitantes paga unos 262 euros al año, Berga con más de 16.000 cerca de 1.500 euros y Reus, con más de 100.000 le salía a pagar unos 12.000 euros, cifra que comenzó a negociar en julio del año pasado ante las críticas de la oposición.
La cuota de Terrassa podría suponer un importante montante por sus dimensiones demográficas.
Para conseguir un pacto de gobierno
La adhesión de Terrassa , y también la de Castelldefls, que tampoco ha abonado aún la cuota de la AMI, se produjo en los dos casos en clave de pacto de gobierno. En el caso de Terrassa la adhesión tuvo lugar antes de que se formara gobierno (PSC con el apoyo de CiU) aunque los siete de los nueve concejales socialistas que votaron a favor de la adhesión, y se sumaron a los ocho concejales de ERC, CiU y la CUP, lo hicieron teniendo en cuenta la posterior formación del mismo. En Castelldefels fue una de las condiciones impuestas por ERC para entrar a formar parte de un gobierno formado por PSC, Movem y Castelldefels Si Pot con apoyo externo de CiU.
Fuentes de la AMI explican que no pagar la cuota no supone la expulsión de la entidad. Se podría dar, en un caso muy extraordinario, aunque, apuntan, prima el diálogo y señalan que los municipios que han dejado de pertenecer a la asociación (menos de media docena) lo han hecho por su propia voluntad. Estas mismas fuentes señalan que el mecanismo para abandonar la entidad ha de ser el mismo que para formar parte de ella: se ha de aprobar en el pleno del municipio por mayoría absoluta.
Morosidad entre el 3 y el 5%
¿Y si no se paga? La deuda se acumula. Fuentes de la AMI explican que la morosidad está entre el 3 y el 5% y, apuntan que en casos como el de Castelldefels y Terrassa (municipios recién incorporados) se tiene todo el año para satisfacer la cuota. El antecedente de mayor moroso sería, quizás, Palafrugell (en manos del PSC) que no pagó la cuota del 2013 y del 2014 hasta julio del año pasado, según explican fuentes de este consistorio. Un ingreso que se hizo incluyendo la cuota del 2015 (en total 5.577 euros) tras la presión de parte de la oposición después de que el gobierno socialista alegara inseguridad legal para llevar a cabo el pago. Porque, si el impago no lleva a la expulsión, las cuotas a deber, eso sí, se acumulan.