Opinió

Autobuses otra vez 

Los autobuses de Terrassa vuelve a obtener un protagonismo relevante en el pleno municipal. En esta ocasión, la oposición ha provocado la paralización de la compra prevista por el equipo de gobierno de quince autobuses para la renovación de la flota local. Se trata de un problema político, de decisión política. El equipo de gobierno presenta una propuesta que considera coherente, razonable y sostenible tanto medioambiental como económicamente y la oposición pide una apuesta más comprometida, aunque de distinto signo. Terrassa en Comú, con el apoyo de ERC y CUP exige un posicionamiento firme en favor del medio ambiente y de la salud de los terrassenses aún con un sobrecoste y Ciutadans, con otro argumentario, pide un posicionamiento posibilista esencialmente basado en el montante de la inversión. Así, TeC considera que todos los autobuses deben ser híbridos, menos contaminantes, y Ciutadans propone reducir de seis a cuatro los híbridos y apostar por los diesel, más baratos. El equipo de gobierno proponía, en base a informes técnicos, una fórmula mixta.

Pues por el momento, ni una fórmula ni la otra. La aritmética municipal no garantiza mayorías cómodas y no salió adelante la moción de un equipo de gobierno indignado con lo que considera una oposición desmedida y poco menos que desleal.

El gobierno, si no puede defender su propuesta, tiene ante sí la paradoja de dos opciones contrapuestas: todos los autobuses híbridos o una presencia prácticamente testimonial.. Curiosamente, cualquiera de las dos opciones podría ganar la votación en el pleno y no la del equipo de gobierno, que deberá seguir negociando y asumir que las votaciones en el pleno pueden no responder a las previsiones. Ya tuvieron la experiencia de la emboscada del Visquem y ahora ha vuelto a pasar.

El último pleno

Gabriel Turmo, concejal del Partido Popular, debe dejar su asiento en el pleno por cuestiones de salud. No somos lo que creemos ser, sino el recuerdo que dejamos a nuestro paso: Gabriel Turmo será siempre, en lo personal y en lo político, un referente de lealtad, rigurosidad y honestidad. Se va un gran político, un gran terrassense y una buena persona.

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