O me cambiáis o mi marido me cambia por otra”. Esta fue la frase que vieron en pantalla los tres estilistas del programa televisivo Cámbiame antes de que la terrassense Rafi González Guerra apareciera por la pasarela del plató de este espacio de cambio de look que emite Telecinco.
Esta panadera de 43 años había contactado con el programa a través de su página de Facebook. A modo de broma, les dijo que necesitaba cambiar. “Pensaba que no me iban a contestar pero ante mi sorpresa me propusieron que me presentara al cásting. Envié dos vídeos explicando porqué quería cambiar y me cogieron para el programa”, explica González, que salió en pantalla este jueves al mediodía.
Durante el minuto que tuvo en la pasarela para convencer a los estilistas Pelayo Díaz, Natalia Ferviú y Cristina Rodríguez para que le hicieran un cambio de imagen, González explicó que quería demostrarle a su marido que puede ser más joven que él. “Tiene 44 años y aparenta muchos menos que yo, que tengo 43. Fue mi primer amor y hace tres años nos reencontramos, nos casamos y tuvimos una hija”, explicó la egarense. Además, reconoció querer cambiar y dejar de vestir como en los años ochenta. “Deje de fumar, me engordé y no sé como vestir. Siento que no soy yo y necesito cambiar”, aseguró ante la mirada atenta de Rodríguez, que accedió a ayudarla.
Reina por un día
“Fue una experiencia maravillosa, me sentí reina por un día”, dice González, a lo que añade: “Te tratan muy bien, como si fueses Pretty Woman”. Y es que además de pasar por la peluquería, el salón de manicura, someterse a un tratamiento de botox y conseguir nueva ropa, considera que la estilista que la ayudó se esforzó para conocer su historia y mantener un guiño a los años ochenta en el nuevo look. “Soy ochentera y esta esencia no la voy a perder nunca, por eso Cristina escogió una chaqueta que recuerda aquellos años”, explica. “Antes era una chica que se estaba dejando mucho; ahora soy más elegante”, opina la vecina de Poblenou – Zona Esportiva, que afirma estar siguiendo los consejos que le dio Rodríguez para vestir mejor y parecer más alta de lo que es escogiendo aquella ropa que más le favorece.
Durante todo el proceso, González no pudo ver como le cortaban el pelo y se lo cambiaban de color, la peinaban, maquillaban y vestían. Por eso, cuando tras el cambio de imagen volvió a salir a la pasarela y finalmente se vio en el espejo lo primero que dijo es: “Me veo súper rara pero si esta es la nueva Rafi, bienvenida sea”. Ahora, “la gente me dice que estoy muy guapa, que me veo más joven y esto hace que me suba la autoestima”, menciona la panadera, que asegura que el cambio ha sido total y que ahora se siente mejor consigo misma.
Tras su paso por Cámbiame, González ha dejado atrás las camisetas y las medias de rejilla, los “ciclistas”, el animal print y la ropa ajustada para vestir más acorde con su edad aunque manteniendo su personalidad. Además, afirma que ha aprendido mucho sobre ella, lo que le ha servido para sentirse mejor y valorarse más.