En los próximos dos años la flota de autobuses incorporará quince nuevos vehículos y la mayoría de ellos, 9, continuarán equipados con tecnología diesel. El gobierno municipal ha tomado la decisión de frenar el ritmo de incorporación de buses híbridos (6) después de que un estudio de viabilidad concluya que la tecnología híbrida es más cara y la incertidumbre sobre los costes de mantenimiento y amortización es alta.
Este año el parque móvil de Tmesa incorporará diez nuevas unidades. Dos serán vehículos articulados, ambos equipados con motor diesel ya que la industria no produce este modelo en tecnología híbrida.
También está prevista la compra de un nuevo microbús que permitirá mejorar el servicio que se presta a las personas con movilidad reducida y que cubre los desplazamientos del centro de día La Pineda. El vehículo en servicio actualmente roza los 13 años y registra numerosas averías. El Ayuntamiento ha decidido adelantar la compra del nuevo minibús para que conviva con el más antiguo, que funcionará como unidad de sustitución.
En este caso también se ha optado por la tecnología diesel, ya que el kilometraje del vehículo es inferior al de un bus convencional, factor que no permite amortizar el sobrecoste de la compra.
Los 7 autobuses restantes serán vehículos de 12 metros, el modelo mayoritario en la flota. Cuatro serán diesel y tres híbridos. Los nuevos autobuses sustituirán los vehículos más antiguos del parque de Tmesa, la mayoría de los cuales superan los 14 años de antigüedad.
Se espera que este primer lote de vehículos entre en servicio en octubre de este año. En 2017 llegarán los cinco autobuses restantes, dos articulados diesel más de 18 metros y tres nuevos vehículos de 12 metros, todos ellos híbridos.
100 mil euros más
El gobierno ha pisado el freno en la incorporación de tecnología híbrida a la flota de autobuses, después de que el estudio de viabilidad encargado a la empresa Soningeo Energy pusiera sobre la mesa el sobrecoste que comporta la apuesta por esa modalidad. La empresa realizó un estudio exahustivo de los consumos y las emisiones de la flota actual, monitorizando los vehículos antiguos, y realizó diversas pruebas piloto con vehículos híbridos para concretar la mejora que aportaban las diferentes marcas y tecnologías existentes en el mercado.
Según el estudio, la tecnología híbrida comporta una clara reducción de las emisiones, del consumo, de ruido y aporta suavidad en la conducción, así como un mayor confort para los pasajeros. Los beneficios medioambientales son claros, pero la alternativa supone un sobrecoste importante en la compra y en el mantenimiento de los vehículos.
Los autobuses híbridos de 12 metros tienen un precio de 335 mil euros por unidad, cien mil más que los modelos diesel, que costarán 230 mil euros cada uno. En un cálculo de amortización a 12 años, y teniendo en cuenta el ahorro en combustible, los costes acumulados del modelo híbrido superan al diesel entre el 3 y el 14%, según la marca.
El área de Movilidad ha tenido en cuenta también la incertidumbre sobre la evolución en los próximos 12 años del precio del carburante, que en este momento roza mínimos históricos, así como las dudas que genera la juventud de la tecnología híbrida y el escaso recorrido que acumula en lineas urbanas. En este sentido, en la decisión de contener la compra de vehículos híbridos ha pesado la partida de mantenimiento, que se calcula un 25 % superior a la actual, siempre en base a las ofertas de los fabricantes.
11 años de media
La flota de Tmesa la integran 63 vehículos, después de que el pasado noviembre ardiera un autobús en La Maurina, y un mes mas tarde, en diciembre, otro resultara parcialmente afectado por el fuego. Esta unidad se encuentra en fase de reparación.
El parque móvil del transporte público tiene una edad media de 11 años. Cuando los autobuses nuevos se incorporen a la flota el próximo mes de octubre, esta rozará los 12 años de media (la vida útil máxima estimada), con 24 vehículos superando los 14 años de vida.
El envejecimiento de los coches comporta un sobre coste tanto en la operatividad como en la economía del servicio. La edad de los vehículos dispara los gastos de mantenimiento y el consumo de combustible, con el consiguiente aumento de emisiones y contaminación. Además, las incidencias aumentan y eso merma la capacidad de la flota para afrontar sustituciones y refuerzos.
Durante los últimos meses, las incidencias mecánicas y el deterioro del interior de los vehículos ha provocado un repunte de las quejas ciudadanas.