El escandaloso 6 a 1 encajado por el Terrassa FC en el campo del Peralada ha desatado una verdadera tormenta interna en el seno del club egarense. Después del primer impacto emocional sufrido por los responsables de la entidad, el lunes se puso en marcha la maquinaria que puede derivar en una verdadera revolución de consecuencias desconocidas. El consejo de administración, con el vicepresidente deportivo Ildefons Doblas a la cabeza, ha iniciado una ronda de contactos con el fin de potenciar la plantilla y sustituir a futbolistas que entienden que no se adaptan a las exigencias actuales. El calado de esa revolución interna es lo que queda por decidir, aunque las próximas horas van a deparar muchas novedades. El mercado de Tercera División se cierra el 31 de enero y el club quiere adaptar la plantilla, en la medida de lo posible, a los gustos de un José Luis Duque incrédulo ante lo ocurrido en el campo del colista del campeonato.
Por el momento sólo se ha producido un movimiento con la llegada a los entrenamientos del defensa central argentino Tomás Carrica, que el lunes empezó a entrenar con la primera plantilla. Carrica ha jugado esta temporada en el Cristo Atlético, un equipo de la Tercera División. Nació en Buenos Aires el 12 de junio de 1991 y puede adaptarse también a la posición de centrocampista defensivo. Será José Luis Duque quien decida en relación a la conveniencia de incorporar a este futbolista hasta final de temporada.
Marc Samper, pretendido
El club parece decidido a fichar a un defensa central, a un centrocampista más físico de los que dispone en estos momentos y a un delantero centro de buena aportación goleadora. Pero hay otras posiciones en las que también se pueden producir novedades de forma inmediata. El Terrassa, por ejemplo, se ha interesado por el lateral izquierdo egarense Marc Samper, que milita actualmente en las filas del Masnou. Este jugador de 19 años ha militado en el fútbol base del Terrassa, Espanyol y Málaga, y ya estuvo en la agenda al principio de esta temporada.
Todo esos movimientos comportarán también salidas en el vestuario, expectante ahora ante lo que pueda ocurrir. Pese a que el club no se ha pronunciado al respecto, es público que Miki Martínez es uno de los futbolistas de quien se quiere prescindir dado que se considera que no ha dado el rendimiento exigible. Y el enfrentamiento público entre plantilla y consejo de administración por el despido de David Pirri ha situado en una posición delicada a dos de los jugadores que más se han significado en favor del ex técnico, el portero Dani Barragán y el delantero Aarón Bueno.
El presidente del club, Jordi Cuesta, está seriamente afectado por la goleada y por la imagen que ofreció el equipo en el campo del Peralada. En declaraciones a Diari de Terrassa, ha manifestado que el domingo "viví mi peor momento como presidente de este club ". Cuesta ha añadido que estaba "muy dolido, tanto por el resultado como por la imagen que dimos. No he visto nunca que en quince minutos te hagan tres goles". En base a ese planteamiento, entiende que es preciso dar a José Luis Duque los futbolistas que pida para potenciar la plantilla. "Cualquier cambio será en base a un criterio deportivo", ha dicho Cuesta. "No vamos a mirar atrás. Lo pasado, pasado está. El análisis es solo futbolístico".
Es en ese contexto manifestado por Cuesta en el que hay que entender que haya dado luz verde a su vicepresidente deportivo para que acometa los cambios que entienda necesarios en estos momentos, con el consentimiento del nuevo entrenador. No hay que olvidar que el propio Cuesta ya pidió un informe la semana pasada a sus asesores legales en relación a las medidas disciplinarias que se podrían derivar de la rueda de prensa que protagonizó la plantilla en relación a la destitución de David Pirri. El divorcio entre vestuario y consejo de administración parece servido en toda su dimensión.
El contrato de Pirri
Por otra parte, el lunes se produjo un primer encuentro entre los responsables del Terrassa FC y el representante de David Pirri con el fin de resolver el contrato del técnico. Ahora se debe producir un nuevo encuentro con la abogada del club en el que se aborde este asunto. En todo caso, la negociación se centra únicamente en la rescisión del contrato como entrenador de la primera plantilla. El club no ha planteado la posibilidad de romper el vínculo con el fútbol base, del que Pirri es el máximo responsable deportivo. En ese área, el contrato entre las dos partes tiene una duración de cuatro años.
