La administración municipal y Aigües de Terrassa, concesionaria de la gestión del agua en la ciudad, mantienen desde hace meses un litigio sobre la titularidad del servicio que apunta a dilucidarse en los tribunales. La compañía cuestiona que el Ayuntamiento sea el máximo responsable del abastecimiento de agua en la ciudad y, dos meses después, éste responde con un informe jurídico que avala su titularidad.
La noticia trascendió en la comisión informativa de Territorio y Sostenibilidad, en la que el gobierno informó de que esta misma semana hará llegar sus conclusiones a la concesionaria. El informe jurídico apela al contrato de concesión suscrito en 1941 por la administración local con Mina y al hecho de que desde entonces el Ayuntamiento haya ejercido como titular del servicio frente al ciudadano y en sus relaciones con la adjudicataria.
El documento concluye que la titularidad está clara y que no sería necesario impulsar un expediente de municipalización ( expediente de establecimiento del servicio público), tal como sugiere Mina, pero lo harán. “Jurídicamente no es necesario, pero técnicamente sería recomendable, por si alguien lo pone en duda”, comentó en comisión el director de servicios de Medio Ambiente, Marc Cadevall.
Así las cosas, la administración redactará en los próximos meses una memoria del nuevo servicio, un nuevo reglamento, un plan director de inversiones y sentará las bases para la elección del nuevo modelo de gestión del agua en la ciudad. La concesión a Mina concluye a final de año y el Ayuntamiento debe decidir si repite el modelo de concesión (privada o mixta) o bien opta por la gestión directa.
“El Plan de trabajo para 2016 ya incluía la elaboración de todos esos documentos”, explican desde Medio Ambiente. En el equipo de gobierno, la redacción del informe de municipalización no se entiende como una concesión a Mina, sino como un gesto preventivo.
El lunes por la tarde, la extinción del contrato con Mina ocupó buena parte del debate de la comisión de Territorio, en la que compareció por segunda vez el ingeniero Joan Gaya, Comisionado del Agua y responsable de tutelar el proceso de liquidación.
Gaya explicó que, a diferencia del pasado mes de noviembre, la información y documentacion solicitada a Mina fluye ahora con agilidad, hasta tal punto que los técnicos municipales no dan abasto a procesar los datos. “El proceso de digestión ya ha empezado y durará un tiempo”, dijo Gaya.
El comisionado volvió a poner sobre la mesa la necesidad de corregir algunas carencias del proceso, como la falta de un reglamento que regule las relaciones entre el Ayuntamiento, el gestor y los usuarios. “Ese documento no existe en Terrassa, donde las relaciones se han regido por un reglamento incompleto y un convenio que regula el intercambio de información”.
Gaya planteó ayer un intensivo plan de trabajo para el primer semestre de 2016, con el objetivo de que “el Ayuntamiento esté en condiciones de gobernar el servicio, algo tanto o más importante que la fórmula de gestión que se articule”.
En ese sentido, el comisionado propone elaborar una simulación de la liquidación de la concesión que permita adelantarse a los problemas y abordar temas clave como “la lista de bienes revertibles, el coste real de la reversión, los títulos de captación del agua y el personal”.
Gaya explicó que en este momento el Ayuntamiento no sabe con exactitud cuánto le costará extinguir el contrato con Mina a final de año. El convenio suscrito con la compañía en 2001 abordó el espinoso tema de los bienes revertibles, y la adenda de 2012 profundizó en el tema.
“La realidad es que a dia de hoy la lista de los bienes afectos al servicio revertibles no está cerrada. El acuerdo es que la amortización del 98% de esos bienes se hará a coste cero, pero seguimos detectando bienes considerados no revertibles por Mina y que el Ayuntmaiento tiene interés en recuperar”.
El Comisionado del Agua se mostro convencido de que la simulación, que debería estar lista en abril, permitirá afinar el coste real de la liquidación. Entre los temas que abordará, figura la escritura de 1941 y la distinta interpretación que de la misma hacen Mina y el Ayuntamiento. También la titularidad de los pozos de captación de agua, la licencia de captación en el río Llobregat y la compra de agua a ATLL los tres canales de abastecimiento en la ciudad.
En paralelo a la simulación de liquidación del contrato con Mina, el Ayuntamiento ha solicitado recursos a la Diputació de Barcelona para elaborar un plan de abastecimiento de agua en la ciudad que apoye a su vez la definición del futuro modelo de gestión.
Las alternativas, en mayo
Durante el turno de preguntas, los grupos municipales presentes en la comisión de Territori y la Taula de l’Aigüa, plantearon sus dudas sobre la recta final de la concesión, el calendario y la posibilidad de que el proceso no este listo a final de año y sea necesario ir a una prórroga.
“Puede ser -respondió el concejal de Medio Ambiente, Marc Armengol-, lo sabremos en el mes de mayo”.
El edil explicó que su equipo se pone manos a la obra para la simulación del final de la concesión con la idea de que “esté listo en abril y podamos plantear los distintos escensarios de gestión en mayo”.
El gobierno espera convocar la consulta ciudadana antes de verano. “El modelo no está decidido, pero si no surgen inconvenientes pediremos a la ciudadanía que se pronuncie antes de vacaciones”.
Pese a la insistencia de Xavi Matilla, representante de TeC en la comisión de Territorio, Armengol no reveló en comisión la postura del gobierno en el debate del agua. “Ustedes tienen una posición prefijada -dijo-. Nosotros queremos tener toda la información antes de decidir”.
Armengol celebró ayer que el proceso avance sobre el calendario previsto en noviembre y “aunque siga en discusión con Mina la entrega de datos como los abonados y la plantilla, esa información no es imprescindible ahora. Lo importante en este momento es poder seguir trabajando”.