Vallés

La “Baixada del Pi” batió récords y congregó a unas 1.500 personas

El primer fin de semana de las Festes de Sant Sebastià, que arrancaron el viernes, se saldó con un gran éxito de participación, de manera que los matadeperense se volcaron de lleno en unos festejos que, con el formato que ha llegado hasta nuestros días, nacieron en 1975 de la mano de la Germandat. La actividad más multitudinaria -también el plato fuerte del fin de semana- fue sin duda la “Baixada del Pi”, que congregó a unos 1.500 participantes. Se trata probablemente de la cifra más alta que ha registrado esta actividad a lo largo de la historia de los festejos, señalaron ayer fuentes de la organización, que se mostraron además muy satisfechas con la respuesta de púbico en todos los actos del fin de semana (sobre unos treinta contabilizando los del viernes).

“Muy rápida y limpia”. Con estas palabras definió ayer Pere Casals, miembro de la junta de la Germandat, la “Baixada del Pi” que se llevó a cabo el sábado por la noche y que finalizó con la entrada triunfal del pino en la plaza de Cal Baldiró, al tiempo que la Banda de Música de Matadepera tocaba el himno de pino, estrenado la edición pasada e ideado por el músico y compositor Sergi Cuenca. Fue en ese momento cuando se produjo la mayor explosión de gente, hasta el punto de que la plaza de Cal Baldiró se quedó pequeña.

Al día siguiente temprano se peló el pino -tarea que corrió a cargo de Joaquim Sanjuan y Pau Soler, ‘Pauet’- y luego la “colla del pi” lo plantó manualmente, tradición que se volvió a recuperar el año pasado después de ochos años haciéndolo de forma mecánica. La plantada fue “más dificultosa” que en la edición anterior al ser el pino algo mayor, precisó Casals. El árbol de este año mide 22 metros de largo y pesa entre 1.100 y 1.200 kilos.

Pero hubo más actividades en torno al árbol, que al fin y al cabo es la esencia de la fiesta, como la “plantada del pi dels nens”, el viernes, o la “grimpada” infantil, el sábado, en la que participaron unos 150 niños, aunque solo compitieron una docena. La finalidad de esta actividad es ir creando cantera para las futuras “grimpadas” de los adultos.

Una lucida exhibición de trabajos forestales (el domingo) en la que participaron la ADF, los Bombers Voluntaris, la familia Montagut y el equipo Vancells de Bruijn; una excursión (el sábado) guiada por Narcís Serrat y Pere Porcar por los escenarios matadeperenses del grave fuego forestal del año 1986, o las grandes hogueras que ardieron el viernes por la noche en el lecho de la riera de Les Arenes (antes hubo una marcha de antorchas por el núcleo urbano) fueron otras actividades que se llevaron a cabo relacionadas con el espíritu de las Festes de Sant Sebastià.

Época modernista
El fin de semana, por eso, dio para mucho más. La Fira de Sant Sebastià del sábado (antes Fira d’Artesans) llenó de paradas el núcleo urbano, con muchos de sus paradistas vestidos de época modernista (otra de las muchas novedades de este año). La feria, que se prolongó por primera vez hasta las cinco de la tarde y que fue “muy concurrida”, en palabras de Casals, estuvo amenizada por talleres que ofrecieron los propios paradistas o la actuación del dúo de acordeonistas “Toni i Alfons”.

En paralelo a la feria, se organizó una comida popular; hubo un baile con los “Swing Troopers”; Isidre Martínez interpretó el himno del pino con su armónica y actuó el Cor de Noies de Matadepera.

Otra de las propuestas masivas fue la Gran Mostra Gastronòmica “Tastets”, el domingo en el pabellón municipal.

Respecto a las competiciones deportivas, el torneo de hockey sala de “veteranos y mamás”, que se hacía por primera vez, fue todo un éxito al reunir el viernes por la tarde y hasta entrada la madrugada a unos 140 participantes. También tuvo una gran acogida la exhibición de motos de montaña y bike trial.

Las Festes de Sant Sebastià continuaron ayer con una charla (y la proyección de un audiovisual) en el Casal de Cultura a cargo del alpinista Òscar Cadiach, quien ha escalado 13 de los 14 ochomiles.

Las actividades se irán sucediendo en los próximos días para retomar el viernes, que es fiesta en Matadepera, el grueso del programa, con un segundo fin de semana de festejos en el que el concurso de “grimpaires”; el “Ball de l’Arbre”; la cena y el baile de Sant Sebastià, o la procesión y el pasacalle son algunas de las propuestas destacadas.

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