El Ayuntamiento de Sant Cugat ha negado ser responsabilidad de la muerte de un grupo de palomas y vencejos reales –una especie protegida por la legislación europea, española y catalana– en un edificio de la localidad, denunciada por la Fundación para el Asesoramiento y Acción de Defensa de los Animales (Faada) ante la Fiscalía de Medio Ambiente.En un comunicado, el consistorio ha indicado que su función fue “requerir a la comunidad de vecinos que hicieran las intervenciones necesarias para evitar el reposo y la nidificación de palomas” en unos agujeros de ventilación del inmueble y no precisaba cuáles debían ser y ha apuntado que fueron los vecinos quienes tomaron todas las decisiones como propietarios del edificio.
Una sugerencia que se produjo después que el 7 de agosto de 2014 el Ayuntamiento hiciera una inspección del lugar, situado en la rambla del Celler, por la denuncia de una vecina que se quejaba por las molestias ocasionadas por la nidificación y presencia de palomas en su edificio.
La administración local ha explicado que después de varios retrasos los vecinos decidieron “asesorados por la administración de fincas contratar una empresa de trabajos verticales que puso una red” para tapar los agujeros.
Cuando se presentó la denuncia por la presencia de vencejos, la administración local solicitó la inspección de los Agentes Rurales para hacer las comprobaciones pertinentes y “determinaron que la red no era la adecuada, ya que no impedía la entrada de pájaros más pequeños, que quedaban atrapados una vez dentro de los agujeros” y confirmaron que había cuatro aves muertas, por lo que procedieron a su retirada.
El Ayuntamiento ha lamentado “profundamente” estos hechos y los daños ocasionados y ha remarcado su voluntad de preservar el ciclo vital de las especies animales que viven en la ciudad.
El pasado martes Faada dio a conocer la denuncia al consistorio vallesano, a la comunidad de vecinos y a una empresa por un delito contra la fauna y de caza peligrosa por la instalación de una malla en unos agujeros de un tabique pluvial de un inmueble del municipio que impidió la salida de palomas y vencejos reales instalados en el interior, sin posibilidad de salir y que una vez quitada se encontraron dos palomas y dos vencejos muertos.