La enfermedad que nunca falla a su cita con el invierno, la gripe, todavía no ha afectado los terrassenses. Y si lo ha hecho, ni mucho menos ha adquirido las cotas como para considerarse una epidemia. Las temperaturas suaves que hasta ahora ha habido en la ciudad, y en Catalunya en general, han contribuido a que ni en Mútua ni en el Hospital de Terrassa hayan tratado a demasiados pacientes afectados por el virus. De hecho, en la noche del domingo, en Mútua hubo el primer caso detectado de gripe, en una paciente que enseguida recibió el alta médica.
“Por ahora, podemos decir que no hay gripe, ni mucho menos una epidemia”, explican desde Mútua Terrassa. De igual opinión es Jaume Boadas, director asistencial del Consorci Sanitari de Terrassa (CST): “La gripe aún no ha llegado. Imaginamos que es porque el frío intenso este año se ha hace esperar”.
Según el Plan de información de las infecciones respiratorias agudas en Catalunya (Piridac), que recoge datos hasta el pasado 7 de enero, “la actividad gripal en Catalunya todavía se encuentra en unos niveles bajos”, con un índice de incidencia en la población de 32,34 casos por cada 100 mil habitantes. Esta cifra se encuentra “por debajo de la tendencia media de las temporadas anteriores”, señala este documento con el que la Agència de Salut Pública de la Generalitat hace un seguimiento actualizado de cuál es la incidencia de la gripe entre la población catalana.
Lejos de la epidemia
De cualquier modo, el promedio de 32,34 casos de gripe por cada 100 mil habitantes actual queda por el momento muy alejado del límite que esta temporada las autoridades sanitarias se han marcado para oficializar el inicio de la epidemia, y que se encuentra en los 106,5 casos por cada 100 mil habitantes.
En Catalunya, la vigilancia del virus de la gripe se lleva a cabo a través de una red de médicos centinela, que se encargan de recoger muestras del virus y de aportar datos sobre la cantidad de personas a las que atienden a causa de la afección. Esta temporada, el número total de médicos centinela es de 60 (un total de 34 son médicos de familia y 26 son pediatras), que están ubicados en 43 centros de atención primaria distribuidos por diversas comarcas catalanas. Hasta el 3 de enero pasado no se había aislado el virus de la gripe en ninguna de las 17 muestras que habían enviado esta red de médicos centinelas. Este dato demuestra que, por el momento, la incidencia de los síndromes gripales es baja y, según el Pidirac, “está por debajo de la tendencia media de las temporadas anteriores”.
Menos vacunas
“Sospechamos que la epidemia llegará durante el mes de febrero”, comenta Jaume Boadas, director asistencial del CST. Un dato que preocupa este profesional sanitario es que, en esta temporada, la campaña de vacunación contra la gripe (que en Terrassa comenzó a finales de octubre) no ha alcanzado los objetivos fijados, en especial en los llamados colectivos de riesgo.
En este grupo se incluye a las personas mayores de 60 años, las mujeres embarazadas, los pacientes con enfermedades crónicas, inmunodeprimidos, o aquellos que sufren dolencias cardiovasculares o pulmonares.
El CatSalut (el Servei Català de la Salut) ha marcado que el objetivo de vacunación se sitúe en el 60 por ciento de la población, una cifra a la que se llegó en la campaña del año pasado. Pero este 2015, el promedio se ha quedado en un 48,5 por ciento. “La previsión es que cuando llegue la epidemia puede haber problemas con las personas que forman parte de los colectivos de riesgo y que no han recibido el antídoto gripal”, explica Boadas.
Características similares
El director asistencial del Consorci Sanitari de Terrassa también vaticina que el tipo de gripe estacional previsto para este invierno “será más o menos” como el del año pasado. Si bien el hecho de que haya menos población vacunada puede complicar la situación.
“Pensamos que la gente este año se ha vacunado menos porque cuando tocaba hacerlo, en octubre y noviembre, la temperatura era bastante cálida aún. Y con ese tiempo muchas personas no pensaban aún en la gripe”, añade.
En febrero del año 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó las recomendaciones para la composición de la vacuna antigripal trivalente de esta temporada, que difería muy poco del fármaco suministrado en el año anterior. El Departament de Salut de la Generalitat tenía preparadas un total de un millón 200 mil dosis para cubrir el conjunto del territorio catalán.