La bombona de oxígeno se acababa. Ocurrió el martes, a medianoche. Una persona llamó a la policía para informar de que una mujer no podía irse a su casa porque el ascensor del edificio se había averiado. Dependía de una bombona de oxígeno y no podía bajar a pie los cuatro pisos que mediaban hasta la calle. Una dotación policial se desplazó al inmueble, en la calle de Fàtima (Roc Blanc), pero los agentes no podían prestar la ayuda física requerida; la mujer era muy mayor y bajarla a peso acaso hubiera sido contraproducente. Era necesario un equipo sanitario. A la bombona le quedaban sólo veinte minutos de oxígeno. La policía informó de la situación a la sala del 061. La ambulancia llegó quince minutos después. El personal llevaba una silla de ruedas para bajar a la anciana. Al final, sus familiares la trasladaron a su casa, donde tenía disponible otro equipo de respiración.