Irrumpieron en la nave a eso de las 4.30 de la madrugada. Portaban armas blancas y sabían a lo que iban. Obligaron a los dos empleados que se encontraban en la empresa a abrir la caja fuerte, de la que sustrajeron un botín cuantioso; según las primeras informaciones, robaron cerca de 20.000 euros. Eran tres encapuchados y asaltaron ayer una empresa situada en la carretera de Montcada.
Se desconoce cómo entraron los atracadores en el recinto del micropolígono vallado, que está radicado en la carretera de Montcada, a pocos metros de los grupos de Montserrat. Pero se presume que saltaron la valla general, primero, y luego la de la empresa. No dieron puntada sin hilo. A tenor de los pasos que siguieron, tenían el golpe bien planificado, con pocos detalles dejados al azar.
Había dos trabajadores en la nave. Eran las 4.30 de la madrugada. Los asaltantes, pertrechados con armas blancas, se introdujeron en el edificio y sorprendieron a sus víctimas en una maniobra tan rápida como certera y contundente. Los delincuentes iban encapuchados y con las manos enguantadas. Con celeridad, maniataron con bridas a uno de los empleados, pero dejaron al otro suelto para que les guiase, para que les abriese la caja fuerte. Si no se movían, si colaboraban, no les pasaría nada. Los tipos, de voz ronca, cierta o fingida, tenían aplomo. Parecían españoles. Mostraron pocos nervios, salvo cuando uno de ellos ordenó callar a una víctima que, presa de la tensión, soltó algunas frases.
Según fue informada después la policía, uno de los trabajadores fue introducido por los asaltantes en una cámara frigorífica. El robo con violencia duró varios minutos, quizás quince. Abierta la caja, los encapuchados metieron el dinero en unos sacos para escombros que portaban para ese cometido.
Roban una furgoneta
Logrado su propósito, huyeron. Antes, ataron también, con su propio cinturón, al segundo empleaso, y se hicieron con un mando de la verja corredera de acceso al recinto y con las llaves de una furgoneta de la empresa. Y con ese automóvil escaparon. Las víctimas consiguieron liberarse de sus ataduras y dieron la voz de alarma. Una de ellas sufrió contusiones, según fuentes de la firma asaltada.
A eso de las cinco de la madrugada los Mossos d’Esquadra supieron del atraco, y varias dotaciones se desplazaron a la empresa, dedicada a la gestión de máquinas expendedoras. Después, la policía científica inspeccionó el local. La unidad de investigación de la comisaría de los mossos de Terrassa lleva a cabo las averiguaciones para identificar a los malhechores.