Unos ladrones entraron a robar el lunes, de madrugada, en una tienda de Ca n’Anglada. No se apoderaron de gran cosa, pues sustrajeron la caja registradora con apenas recaudación; ni causaron daños de gran envergadura, pues no forzaron la puerta. Se presume, según los primeros indicios, que la abrieron con un mando a distancia tras copiar la frecuencia.
Tuvo que ser durante la noche del domingo al lunes, pues un responsable del comercio acudió al local el domingo, a última hora de la tarde, para dejar género.
El lunes por la mañana, un vecino compartió con la Policía Municipal sus sospechas: había visto la persiana de un establecimiento abierta a deshoras, y todo señalaba a la comisión de un allanamiento. Una dotación policial se dirigió al local. El responsable de la tienda fue alertado poco después.
Las sospechas se confirmaron. Unos intrusos habían visitado el comercio unas horas antes, pero la puerta del local no presentaba signos de forzamiento. Y es que no había sido forzada. ¿Cómo entraron, pues, los ladrones? Seguramente usaron un mando a distancia con el que habían copiado el auténtico. Los delincuentes, limpios, no causaron destrozos tampoco en el interior del local, fuera del cable de la caja registradora que cortaron para llevarse la máquina. Ésta, de las más baratas del mercado, contenía poco dinero, quizás unas pocas monedas, no más de treinta euros en calderilla. Agentes de la policía científica de los Mossos d’Esquadra revisaron la tienda.